Celebraciones sin meterse en la cocina

Uno de los mejores momentos de la Navidad, es la hora del vermú o del vino. Salir a tomar algo hasta que los bares estén a punto de cerrar para que los trabajadores puedan irse a cenar a casa. Pero, claro, si hay que cocinar alguien tiene que quedarse en casa. Evitarlo está en las manos de cualquiera, menús completos de Navidad por poco más de 20 euros e infinidad de platos en cientos de restaurantes.La oferta cada vez es más amplia y el tiempo que los comunes tienen para cocinar, incluso en estas fechas, es cada vez menor.

«Pero no es nuevo», explica Rosa Vázquez, del restaurante ElAcebo de Oviedo.«Nosotros llevamos haciendo sopa de marisco y corderos asados para llevar a la cena de Nochebuena y Nochevieja desde los años 90». En la actualidad han dejado de ofrecer toda la carta y preparan unos platos específicos para Navidad: «Si no era un lío y nosotros no llegábamos ni a cenar a casa». Proponen platos como jabalí con castañas al vino de Cangas, perdiz con verduras, solomillo de cerdo a La Peral, cachopo, rollo de ternera, cachopinos de merluza rellenos de marisco, bacalao con pisto a la asturiana, pixín en salsa o lenguado relleno de oricio. Y además, un menú, con mucho éxito:«Nosotros tenemos las dos vertientes, pero la gente prefiere el menú. Es más barato comprarlo hecho que ir a la tienda y luego, encima, tener que cocinarlo.Yo lo tengo claro, lo compraría hecho». Su menú cuesta 29 euros.

Quien este año se ha sumado también a eso ha sido, por ejemplo, la Sidrería Parrilla Ramón, enGijón, que ofrece dos menús al precio de 35 y 27 euros.«Es la primera vez que lo ofrecemos. Antes hacíamos platos pero los compañeros de otros restaurantes me comentaban que la gente prefiere algo cerrado.Es más fácil, no tienen que estar haciendo cálculos.Nosotros les ofrecemos los platos de toda la vida, y están funcionando muy bien». La opción de 27 euros incluye sopa de marisco, gambón a la plancha, merluza a la cazuela y pierna o paletilla de lechazo.

También, claro está, el postre puede comprarse hecho.«Lo más típico es el tronco de Navidad», explica Emilio Vidal, de la confitería Vidal de Avilés. «Se trata de rematar la cena bien y, además, como la cena de Nochebuena o de Nochevieja es muy clásica, la mayoría prefiere también un postre clásico». Y tienen mucha aceptación: «En estas cenas quien va de invitado lleva algo, bien un aperitivo, bien el vino o bien un postre.Por eso es muy común comprar un tronco o una tarta».

Lo que sí es importante, entre las miles de opciones, es reservar con antelación. No vaya a ser que por vaguear nos pille le toro.