4.000 personas pendientes del bus

A fecha de 1 de enero de 2016, Tremañes contaba con 2.535 habitantes y la cercana parroquia de Cenero, con 1.464. En total, cerca de 4.000 personas que tienen como única conexión a través del transporte público con el centro de la ciudad las líneas 14 y 25 de autobús de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos (EMTUSA). Pese a su cercanía, ninguna de estas dos líneas tiene paradas en La Calzada. Esta circunstancia hace que los vecinos de Cenero y Tremañes que necesiten realizar cualquier tipo de gestión en el mentado barrio se vean obligados a desplazarse hasta el centro de la ciudad y, desde ahí, coger otro autobús de vuelta a La Calzada.

Por este motivo, hace dos meses las asociaciones de vecinos Evaristo Valle, San Juan Bautista y Bareza-Lloreda, todas ellas de Tremañes, propusieron a EMTUSA una modificación del recorrido de una de esas dos líneas para que el autobús se adentrase en La Calzada. Sin embargo, la pasada semana recibieron una respuesta negativa por parte de la empresa municipal, quien se apoya en un informe técnico negativo para justificar tal decisión. «Estudiamos la propuesta, pero resultó ser técnica y económicamente desaconsejable», explica el gerente de la entidad municipal, Ignacio Martín-Angulo. Entre los motivos que propiciaron esta postura se encuentra el hecho de que el desvío propuesto por los vecinos conllevaría un aumento de, como mínimo, doce minutos a la duración de la ruta, explica.. «Eso, si no hay tráfico. Además, necesitaríamos añadir un vehículo más a los que ya realizan la ruta que fuese modificada -actualmente las líneas 14 y 25 cuentan con dos coches cada una- y contratar a tres nuevos chóferes».

Pero no se trata solo de una cuestión económica, pues el nuevo recorrido incluye varios «puntos críticos», tanto a la ida como a la vuelta. Así, según recoge el informe técnico de la empresa municipal al que tuvo acceso EL COMERCIO, «en el giro a la derecha desde el camino del Melón al pasaje del Arquitecto Javier Esteban Infantes, el autobús necesita invadir el carril contrario, algo imposible cuando los vehículos que circulan en dirección contraria están parados ante el semáforo en rojo». El documento advierte también de que «existe un riesgo real de accidente en el túnel de acceso desde la calle de las Industrias al pasaje del Arquitecto Javier Esteban Infantes, pues existe un saliente en altura que corresponde a la acera por la que caminan los peatones y obligaría al bus a apartarse y ocupar parte del carril del sentido contrario». Otros giros peligrosos recogidos en el informe son el de las Industrias hacia Los Andes y desde la avenida de la Argentina a las Industrias. «Si se realizaran estos cambios, tanto la línea como la red de transporte urbano se verían dañadas», concluye Martín-Angulo.

«Una cuestión de justicia»

Sin embargo, los vecinos afectados no comparten el parecer de EMTUSA. Para ellos, «diez minutos más de duración de la ruta no justifican la negativa. Se trata de una cuestión de justicia, pues no es normal que las personas que no disponen de vehículo propio se vean obligadas a realizar el trayecto a pie, siendo muchos de ellos personas mayores, o a tomar un taxi cada vez que tienen que ir al médico o a hacer la compra», señala el presidente de la asociación de vecinos Bareza-Lloreda, José Luis Fernández 'Aguirre'.

De la misma opinión es el presidente de la asociación vecinal San Juan Bautista, Constantino Arias, quien apunta que «el servicio a los ciudadanos no debería estar condicionado a intereses económicos». Su colega Carmen Fernández, al frente de la asociación Evaristo Valle, recuerda que «ésta es una reivindicación histórica de los vecinos. Es ridículo que estando al lado tengamos tan mala conexión con La Calzada», lamenta. Por este motivo, advierten desde las tres asociaciones, la pelea va a continuar. «Ya hablamos con diferentes grupos municipales que se comprometieron a llevar el tema al consejo de administración de EMTUSA y la semana próxima enviaremos un escrito al Ayuntamiento explicando nuestra reivindicación», indica Aguirre.

Los beneficiarios de tal cambio, recalca, no solo serían los vecinos de Tremañes. «También ayudaría a los trabajadores de los polígonos cercanos, a los usuarios del Campo de Tiro y a quienes residen en Cenero».

Estos últimos, por su parte, son también partidarios a un cambio en el recorrido de la línea 25 que les conecte con La Calzada, pero piden que la 14 «no se toque. Ya suele ir justito de tiempo el autobús, como para que se aumente diez o quince minutos la duración de la ruta», sostiene su presidenta, Consuelo González.