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Eva María Fernández muestra la suciedad con la que conviven a diario los niños que estudian en el colegio de Xove.

Los padres del colegio de Xove piden que Emulsa baldee el patio una vez a la semana

L. R.

Martes, 13 de diciembre 2016, 01:08

Una lavadora tras otra, coches «destrozados» y niños a los que hay que meter «de cabeza» a la bañera cada vez que vuelven de jugar un rato en la calle. Es lo que tienen que soportar «día sí, día también» los vecinos de la zona Oeste de Gijón. «Estos días está todo el mundo pendiente porque al no llover es más evidente la presencia del polvo, pero nosotros lidiamos con ello todo el año», lamentaban ayer Daniel Hurlé y José Ignacio Fernández, mientras esperaban para recoger a sus hijos a las puertas del colegio de Xove. «Cuando salimos a pasear con el crío en la silla vamos dejando la huella y al día siguiente todavía podemos ver la ruta que seguimos», relataba Daniel, y José Ignacio lamentaba no poder hacer uso de sus tierras. «Puse un huerto, pero es una porquería, está todo lleno de carbonilla».

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La misma 'carbonilla' que se acumula sin remedio en las instalaciones del centro educativo al que acuden sus hijos, pese a los esfuerzos de la limpiadora. «Llevamos tiempo pidiendo que Emulsa venga una vez a la semana a baldear el patio y la pista para que no se acumule tanto polvo, pues los niños juegan y hacen deporte entre toda esa porquería y llegan a casa llenos de churretones y con la ropa negra. Pero como somos un cole pequeño nadie nos hace caso», lamentaban Eva María Fernández y Paola Cuervo, de la asociación de madres y padres del centro.

Fuera del recinto, Tamara Tuya mostraba cómo la furgoneta que le prestaron «hace dos días» estaba completamente cubierta de polvo negro. «Te come toda la pintura. Ya no podemos más con esto», criticó.

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