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Despedida de la abogada Marta Felgueroso en la iglesia de San Julián de Somió. Funeral en memoria de Abel Díaz Arregui en San Lorenzo. FOTOS: J. M. PARDO

La abogacía despide a Marta Felgueroso y Abel Díaz: «Con fe es más fácil afrontarlo»

Las familias de los dos letrados fallecidos reciben el calor de amigos y compañeros en los funerales celebrados en Somió y San Lorenzo

Jueves, 18 de septiembre 2025, 22:13

Hasta la última fila se llenó la iglesia de San Julián de Somió para despedir a la abogada gijonesa Marta Felgueroso Juliana, fallecida el miércoles a los 65 años tras un tiempo «peleando con la enfermedad». Así lo expresó el párroco Luis Muiña, acompañado del rector de la basílica del Sagrado Corazón, Manuel Robles, honestamente convencido de que «Marta no tenía edad para morirse». Pero también de que «con fe es más fácil afrontarlo».

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De eso fue precisamente ejemplo Marta hasta el final de sus días. «Tanto por su parte como por la de su entorno, esa aceptación de lo que tenía que venir fue patente. Por eso, quizá el regalo de Dios fue que su despegue de este mundo fuese tan absolutamente pacífico y tranquilo. Por ella y por quienes la quieren», destacó Muiña.

Especializada en casos de familia y sucesiones, Marta Felgueroso Juliana había estudiado en la Universidad de Cimadevilla y tenía su despacho en la calle Corrida, que compartía con su marido, Sergio Noval. Deja también tres hijas, que permanecieron a su lado en todo momento. Su familia quiso que todas las lecturas y cantos que resonasen en su último adiós fuesen alegres para «no hacer hincapié en la pena», por lo que el funeral comenzó con el 'Canticorum iubilo', un canto a lo divino que expresa regocijo, y culminó con el 'Himno de Covadonga'.

La abogacía gijonesa despedía a Marta Felgueroso por la mañana y por la tarde a otro compañero, Cristino Abel Díaz Arregui. Unos días de gran pesar para el sector letrado debido a la pérdida de dos de sus colegiados más comprometidos y queridos en la profesión.

«Una persona honrada»

«Cristino Abel era una persona honrada, un término que a día de hoy no abunda y por eso hay que ponerlo en valor», manifestó el párroco de la iglesia de San Lorenzo durante la homilía del funeral ante los familiares, amigos y compañeros que le rindieron un sentido último adiós al gijonés de 60 años que ha dejado conmocionado a su entorno por la inesperada y repentina muerte debido a un fallo coronario.

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Especializado en procedimientos de civil y mercantil, Díaz Arregui era muy apreciado por sus colegas de profesión, que coinciden al recordarlo como «un buen profesional y mejor compañero, todo eran facilidades a la hora de coincidir en algún tema de los juzgados con él».

Así lo recuerdan y así lo definió también el sacerdote Jorge Cabal, quien destacó además «la importancia que daba a su familia, que lo era todo para él». Hizo referencia a su cumplida cita a la marcha al Santuario de Covadonga organizada por el Colegio de la Abogacía y a la que nunca faltaba. «Ahora estará encontrándose con ella», consideró Cabal.

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