Oda a la buena maestra

A homenaje tocaba. Blanco utilizó la portada de EL COMERCIO, porque también había sido nuestro diario uno de los primeros en apostar por la figura de Nespral; «paladín de esta causa; el órgano apropiado donde palpitaban todas estas manifestaciones de cariño y afecto de sus antiguas alumnas y alumnos; pues doña Delfina no solo tuvo queridas discípulas, sino también aventajados alumnos que ocupan hoy envidiables cargos».

Según Blanco, en su vida profesional Delfina había destacado por su enseñanza de la filosofía cristiana, junto a la cual -¡claro!- «se hacían primorosas y prácticas labores femeninas en consonancia con lo que reclaman las necesidades actuales, donde se adquirirían las más preciadas virtudes que como joyas cada día tienen más valor: entre otras los hábitos del trabajo, la economía, la higiene.... tan necesarias hoy día en la mujer»- Sobrepasando las puertas del aula se rumoreaba que Nespral también había ayudado económicamente a los padres de ciertas alumnas necesitadas. Como una de las líderes de Acción Católica de la Mujer, contribuyó también a ayudar en el desastre de Annual, «y cuando la pasada huelga minera, remediando el hambre de cientos de infelices criaturas, víctimas inocentes de las injusticias sociales». Como para no quererla homenajear.