La capital del mar
Se ultimaba ya en Gijón el edificio para la Comandancia Militar de Marina cuando Ladreda fue nombrado hijo adoptivo de Asturias
La otra cosa no iba de generales, pero sí de comandancias. La de Marina, concretamente, ultimaba ya en Gijón el edificio que, para servirle de ... sede, se estaba levantando «en los terrenos del Bombé, en el muelle local». No había sido tarea fácil. «Han sido muy laboriosas las gestiones de nuestro Ayuntamiento y de la propia Comandancia de Marina para conseguir lo que pronto culminará en realidad», dijo EL COMERCIO: un edificio de tres plantas, para nada colosal ni suntuoso, «sino simplemente una construcción adecuada a las necesidades actuales de nuestra Comandancia de Marina, colocado frente al sol y frente al mar, en contacto directo con lo que es su ambiente y con el rango que se merece Gijón como capital marítima de esta provincia». Por si acaso, ya saben, Oviedo con su banquete y con su Campoamor y su Ladreda.
Hasta entonces, la Comandancia siempre había estado alojada «en pisos de alquiler que no reunían las condiciones adecuadas para el desenvolvimiento y holgura en las crecientes actividades que le incumbe desarrollar como centro de sus múltiples y complicados organismos subalternos, organismos que han sido creados para defender sus intereses sociales, provinciales y locales que en ella convergen y que reciben de la misma, como centro rector, las normas y disposiciones con que han de resolverse cuando los problemas requieran una justa y legal solución». Así dijimos: era de justicia.
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