Gijon sigue perdiendo plazas de zona azul, con unas dos mil menos que en los años 90

Inédito. La ciudad lleva un mes sin cobrar la zona azul y ocurre justo cuando se cumplen 30 años del primer parquímetro en Gijón. Es una de las consecuencias de un estado de alarma que ha transformado las ciudades en laboratorios para la reflexión de administraciones y científicos. Solo en la región hay lanzados análisis de lo que pasa cuando no hay coches circulando, cómo baja la contaminación o qué productos se consumen más cuando la gente no puede moverse. Ahora que es momento de recogimiento y reflexión: de dónde viene, cómo ha cambiado y hacia dónde va la Ordenanza Reguladora de Aparcamiento.

Primero, memoria. La cosa se empezó a poner seria el 16 de abril de 1990. Aquel lunes los 24 empleados de la unión temporal de empresas Construcciones y Contratas (Conycon) y Estacionamientos y Servicios empezaron a vigilar si en cada luna estaba su correspondiente ticket. Habían pasado la semana anterior de servicio, pero informando a quienes aparcaban en la plaza del Humedal, las calles Llanes, Prendes Pando, Alesón, la avenida de la Costa y el paseo de la Infancia. Se pagaba una peseta por minuto. Si el conductor se excedía más de una hora, cinco grúas había para retirar el vehículo y dar el susto. Recuperarlo le costaría al infractor 7.000 pesetas. Aplicada la inflación y al cambio de hoy serían 91 euros.

Era aquella una zona azul ininterrumpida, de nueve de la mañana a ocho de la tarde. Meses después el Ayuntamiento acordó dejarla en suspenso entre las dos y las cuatro. La regulación había arrancado con 2.007 plazas de aparcamiento pero pronto fue ampliándose por Cimavilla, Laviada y La Arena.

Consolidado el invento, en 1996 el Consistorio aprueba que vigilar, multar, llevar la grúa y el depósito no quede en manos exclusivamente privadas. Convoca un concurso para dar con inversores junto a los cuales constituir la Empresa Mixta de Tráfico de Gijón. Estacionamientos y Servicios S. A. será el elegido y junto al que se firma un acuerdo para mantenerse 50 años en sociedad. Ponen 165 millones de pesetas, de los que el 60% sale del bolsillo de los privados y el resto del erario municipal.

En 1997 empieza la zona azul bajo sus actuales gestores. Tenía 6.998 plazas que regular y mantenerlas no ha sido la prioridad del Ayuntamiento. Durante 23 años se han sucedido alcaldes y concejales distintos, pero la tónica ha sido recortar espacio a la zona azul, salvo en tres ejercicios en los que hubo incrementos temporales. La empresa mixta hoy controla un 31% menos de plazas. Desde que nació ha visto mermadas sus posibilidades de ingresos en 2.177 plazas, a un ritmo de 91 menos cada curso.

Ante la tentación de ampliarle las zonas de negocio, se impuso el interés por peatonalizar parte de la ciudad, igual que ahora, con el coronavirus, se ha preferido facilitar el estacionamiento a los pocos que lo necesitan, antes de mantener activo un sistema que el pasado año recaudaba 7.692 euros al día.