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La acusada, Silvia Acebal, hoy, en el banquillo DAMIÁN ARIENZA
Crimen del bebé de Nuevo Roces

«Ni supe ni sospeché de su embarazo», sostiene la expareja de Silvia Acebal

Daniel B. S. declaró esta mañana en la tercera sesión del juicio del crimen de Nuevo Roces, donde se ha conocido que la asesina confesa tuvo dos abortos anteriores

guillermo maese

Miércoles, 12 de mayo 2021, 11:48

Por fin se ha conocido la versión de Daniel B. S., padre del bebé de Nuevo Roces y expareja sentimental de Silvia Acebal. Sostuvo, como hizo en todas sus declaraciones anteriores, que «en ningún momento supe ni sospeche de su embarazo». Daniel y Silvia mantenían una relación sentimental desde hacía ochos años, los dos últimos en convivencia. «Ambos engordamos cuando nos fuimos a vivir juntos», justificó Daniel ante el cambio físico que sufrió la asesina confesa durante el embarazo. Sus padres y sus amigos también declararon «no saber nada» sobre su estado de gestación.

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El testimonio de Daniel arrojó datos verdaderamente impactantes. Contó que cuando regresó a su domicilio la tarde del crimen encontró sangre en el pasillo. Fue él quien la limpió. Ella justificó la sangre por un quiste en sus zonas íntimas. Aseguró que en los planes de la pareja estaba tener hijos. «Hablábamos de que queríamos tener 1 o 2, pero que aún era pronto», sostuvo. Se han conocido incluso los pasos de la pareja tras el alumbramiento. Al día siguiente al crimen -el 2 de agosto- fueron a cenar a casa de los padres de Daniel y el 3 de agosto celebraron junto a otros amigos el cumpleaños de Daniel. Días más tarde se irían de viaje a Valencia y Alicante.

Y saltó la noticia del crimen. «Lo comentamos en casa sin darle mayor importancia. Nunca sospeché de ella», refirió Daniel, quien junto a sus amigos coincidieron en indicar en que durante la investigación Silvia siempre decía: «Es muy difícil que pillen a los culpables si no tienen antecedentes». La tercera sesión del juicio sirvió también para conocer que Silvia había tenido anteriormente dos abortos. Uno en una clínica cuando tenía 19 años y otro de forma natural cuando aún residía con sus padres.

Por parte de la madre de la ex pareja sentimental de la acusada, ha apuntado que tenía «muy buena» relación con ella, aunque era ·reservada. Sí que sabía que querían hijos, pero «para nada notó el embarazo», ya que los dos habían engordado »tres o cuatro kilos«.

Su hijo está desde entonces «bastante alterado, fuera de sí algunas veces». También declaró el padre del joven, quien coincidió en que la relación de la pareja era normal y desconocía el embarazo.

53 puñaladas

De acuerdo al relato del Ministerio Fiscal, en la mañana del 1 de agosto de 2019, la acusada, cuando estaba sola en su vivienda de Gijón, en la que residía con su compañero sentimental, dio a luz a un bebé vivo de 2.670 gramos de peso, de sexo varón, siendo su embarazo a término.

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El mismo día, con la intención de acabar con su vida y antes de las siete de la tarde, hora a la que su compañero sentimental regresaba del trabajo, la acusada, utilizando un cuchillo de cocina, asestó al bebé 53 puñaladas en distintas partes del cuerpo, que le provocaron la muerte.

Después de matarlo, la acusada metió al bebé, unido por su cordón umbilical a la placenta, en una mochila, que tiró con el cuerpo dentro en el interior de un contenedor de basura situado en la misma vía, todo ello antes de que regresara su compañero sentimental. El bebé fue encontrado por un ciudadano la noche del día siguiente, a las 02.30 horas aproximadamente, dentro del contenedor.

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La acusada había ocultado el embarazo a su pareja sentimental, con la que convivía, y a todas sus amistades y familiares, por lo que nadie conocía su estado.

En el momento de los hechos su pareja se encontraba en el trabajo y le mintió, por teléfono y cuando volvió a la vivienda, ya que le dijo que la sangre que había por distintas zonas de la casa era a consecuencia de un sangrado masivo que había sufrido por un quiste en un ovario. Tras la exploración ginecológica con posterioridad al hecho realizada a la acusada por el servicio de ginecología del HUCA, se comprobó que no tenía ningún quiste en los ovarios.

El compañero sentimental de la acusada resultó ser el padre del bebé fallecido. La pareja no tenía más hijos en común. La acusada no padece alteración alguna de sus facultades.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con alevosía, con la agravante de parentesco, y solicita para la acusada la pena de prisión permanente revisable y el pago de indemnizar al padre del bebé con 50.000 euros.

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Por su parte, la acusación particular solicita también prisión permanente revisable y el pago de una indemnización al padre del bebé de 105.000 euros, que pretende dona al Patronato San José.

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