Las claves del primer debate de los candidatos a presidir el Grupo Covadonga

Los tres pudieron dejar muy claros sus puntos de vista y los principales aspectos de sus programas. Como era de prever, Miranda, que fue tesorero durante la presidencia de Antonio Corripio, dedicó buena parte de su tiempo a recordar todo lo que se ha hecho en la entidad durante los últimos ocho años y la influencia que en ello tuvieron la pandemia y la crisis energética por la guerra de Ucrania y Rusia. Fue una visión muy diferente a la planteada por sus oponentes. Tanto Fernández Sarasola como Mitre pusieron el acento en que no se había conseguido la paz social en la entidad y que las instalaciones presentaban un estado deficiente. Eso sí, el primero abogó por abordar cuando antes aquellas actuaciones más acuciantes, mientras que el segundo defendió primero analizar la situación y tomarse más tiempo para realizar obras.

Otro aspecto en el que coincidieron Mitre y Sarasola es en la saturación que presenta el club, habida cuenta de que cuenta con 38.487 socios y llamó la atención la postura de Joaquín Miranda pues, para él, ese problema no existe. «No veo ninguna saturación», explicó, al tiempo que apuntó que «es lógico que a quien lleve mucho tiempo en lista de espera, ahora le interese menos».

Todos coincidieron en la necesidad de acometer inversiones para mejorar las instalaciones y los servicios, pero llamó la atención la disparidad de criterios, por ejemplo, sobre qué hacer con la finca de La Torriente, que todos consideran infrautilizada. Luis Mitre aboga por dedicarla a aparcamiento y que el actual estacionamiento albergue nuevas dependencias, ya que son 6.600 metros cuadrados con total edificabilidad. Sarasola plantea dedicar el edificio de esa parcela a albergar las oficinas del club y dependencias de estudio para los más jóvenes, lo que permitiría ampliar los actuales vestuarios femeninos. Por contra, para Miranda en la Torriente deberían estar, entre otros, los servicios médicos, ya que plantea el pabellón de las piscinas para albergar las oficinas de la entidad. Y todo se basa en el plan director que la anterior directiva no pudo culminar, pero que ya tiene elaborados varios documentos. Es por eso que Fernández Sarasola espetó en un momento dado: «¡Si llego a saber que está todo planificado no me presento! La realidad es que no se ha hecho nada en estos ocho años!».

Los tres candidatos se mostraron conformes con el actual plan para ampliar el llamado 'grupín' de La Arena y dar espacio a la sección de surf, pero la postura con otras dependencias como Mareo son distintas. Se pusieron sobre la mesa ideas como la cubrición de las pistas de tenis y de la piscina de 25 metros, levantar cabañas para los campus de verano, mejorar la pistas de pádel y construir una pista polideportiva, entre otras.

La cuestión económica también ocupó gran parte del debate, sobre todo en lo relativo a la captación de patrocinios para evitar subidas en las cuotas de los socios y que Sarasola llegó a cifrar en más del 40% para los socios individuales en los últimos ocho años, cosa que rechazó Miranda, que la rebajó al 30%. Sea como fuera, el extesorero quiso sacar pecho al indicar que la ejecución de los presupuestos fue del 99,5% y que en caja hay actualmente un millón de euros.

Luis Mitre habló de la necesidad de «cambiar el modelo» de gestión en el club y que «el socio sea la parte más atractiva para cualquier entidad que quiera patrocinarnos. Hay que potenciarlo porque es una financiación básica para la entidad». Pero reclamó que «no nos podemos enredar en el pasado».

La paz social, o falta de ella, fue otro de los asuntos analizados. Sarasola lo calificó de «terrorífico», mientras que Luis Mitre reclamó «más comunicación» para «poner al socio en el centro de las decisiones, con una participación propia del siglo XXI». Y ahí entró la discusión sobre la necesidad de aplicar una participación en asambleas y votación de telemática, si bien Joaquín Miranda explicó que dicha posibilidad la rechazó la Dirección General de Deportes bajo «el argumento de que todos los socios tienen derecho a opinar y no sólo a votar». Los tres candidatos mostraron su empeño en solucionar esta cuestión, que además llevará aparejado el voto secreto. Sería necesaria una modificación de los estatutos del Grupo.