La depuradora del este de Gijón arrancará en pruebas en octubre con una chimenea para eliminar los olores

Desde el ministerio a cuyo frente está Teresa Ribera se asegura que «no fue necesario» comunicar el inicio de los trabajos en El Pisón, el pasado abril, a ningún tribunal ni instancia judicial. Transición Ecológica se ampara en la nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA), concedida por el Gobierno central en noviembre de 2019, que legaliza la instalación e incluye medidas correctoras y compensatorias para culminar la construcción de la planta en El Pisón. Entre esas medidas está la instalación de una chimenea de desodorización de 25 metros de altura y 80 centímetros de diámetro que ha sido transportada en los últimos días, con una grúa de gran porte, a la parcela situada junto a la 'Plantona'.

Esta torre central de desodorización será la encargada de eliminar los malos olores que genere la actividad interna de la propia depuradora. La súbita aparición de esta enorme chimenea ha vuelto a poner en jaque a los vecinos de la urbanización de chalés colindante. Unos propietarios que a través de su abogado, Marcelino Abraira, califican de «ilegales» las obras que se vienen ejecutando en los últimos meses y que anunciarán el próximo jueves una batería de acciones judiciales para impedir que la depuradora llegue a funcionar.

La finalización de los trabajos de la depuradora este tendrá un coste de 5,1 millones, que se suman a los 36 millones desembolsados a Aqualia y FCC Construcción (ambas del grupo FCC) y Degremont entre 2013 y 2016.

Las obras que quedaron pendientes cuando el juez ordenó detener la construcción hace un lustro incluyen, entre otras, la ejecución de la solera de hormigón en la zona de desarenado y desengrasado de la estación de pretratamiento, la realización del vestuario femenino, la colocación de las bombas de agua bruta y de la referida chimenea de desodorización, la puesta en servicio de la instrumentación de la línea de fangos, la instalación del conjunto de bombeo de fango deshidratado al silo, la finalización del edificio de control, varios trabajos de pintura, la completa urbanización de los accesos a la instalación y la reposición del entorno de las obras a su estado original. Pero también es necesario eliminar filtraciones de la cubierta, reconfigurar el sistema de supervisión e ingeniería, incluida la sustitución de los equipos informáticos, y revisar todos los equipos electromecánicos.

Desde hace más de cinco años, cuando la justicia dio la razón a los propietarios de la colonia de El Pisón y se paralizó toda actividad en la planta semisoterrada, la zona este de Gijón vierte sin tratar al medio marino, a través del emisario submarino de Peñarrubia, más de tres millones de kilogramos (3.000 toneladas) de materia orgánica al año. También más de cuatro millones de kilogramos (4.000 toneladas) de materia sólida y una elevada contaminación microbiológica.

Dragados y Drace deben correr por contrato con los costes de las pruebas de funcionamiento y puesta en marcha, otros seis meses. Hasta abril de 2022. Entonces es cuando se prevé el traspaso de la gestión de la planta a la Empresa Municipal de Aguas (EMA). La Confederación ya tiene permiso del Principado para evacuar por el emisario de Peñarrubia las aguas que va a sanear la EDAR este.

La de El Pisón no es la única actuación en marcha. El lunes arrancan las obras para ampliar la depuradora del oeste, La Reguerona. La UTE Copasa-OCA-Pesa tendrá 21 meses para ejecutar los trabajos (hasta mayo de 2023), que conllevan una inversión de 15,1 millones