Detienen al acusado de agresión sexual a una mujer en un bar en 2017

La Policía localiza al presunto agresor sexual que en 2017 atacó a una mujer en un pub de la calle Almacenes cuando la víctima se encontraba bajo los efectos de las bebidas alcohólicas. El individuo, de origen magrebí, se encontraba prófugo de la Justicia al no haberse personado en el juicio que se celebró por esos hechos en la Sección Octava de la Audiencia Provincial.

En esa misma vista oral estaba procesado el propietario del establecimiento hostelero, a quien finalmente el tribunal condenó al pago de 7.000 euros por no socorrer a la mujer cuando, supuestamente, sufrió la agresión sexual en su presencia. Está considerado autor de un delito de omisión del deber de socorro, por el que le impuso 5.000 euros de multa, así como el pago de una indemnización de 2.000 euros a la denunciante. El hostelero recurrió la sentencia al Tribunal Supremo y está pendiente de revisión de la condena.

Por su parte, el individuo acusado de la agresión sexual será juzgado el 16 de noviembre en la Audiencia Provincial. Tras no presentarse al juicio fue puesto en búsqueda y captura y localizado poco después por las fuerzas de seguridad. Ingresó en el centro penitenciario de Asturias y desde hace semanas permanece de nuevo en libertad a la espera de la celebración de la vista oral el próximo mes. Está acusado de un delito de agresión sexual. La víctima está representada por el Centro de Atención a Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos (Cavasym).

Los hechos tuvieron lugar el 27 de julio de 2017, sobre las 7.30 de la mañana, en el local que funciona como 'after hour'. «La víctima, nacida en 1988, entró en un establecimiento, donde consumió varias bebidas alcohólicas, por lo que tenía sus facultades seriamente alteradas, hasta el extremo de que era incapaz de mantener el equilibrio». El acusado «al observar cómo se encontraba, la ayudó a sentarse y le entregó sus zapatos», señala la fiscalía. En ese momento, un hombre «se acercó a la mujer con intención de atacarla sexualmente e intentó besarla, pese a que ella, con las mermadas fuerzas que tenía, trató de evitarlo. Aún así, la abrazó y la manoseó y, poniéndola a horcajadas sobre él, le tocó las nalgas y le introdujo sus manos entre los muslos». Tras sentarla en un sofá, «el hombre se masturbó, intentando que la mujer le practicara una felación».

Al no conseguirlo, con la víctima en estado de semiinconsciencia, la llevó al aseo del establecimiento, donde supuestamente consumó la agresión sexual. El dueño del bar «mantuvo en todo momento, respecto de la agresión sexual sufrida por la mujer, una actitud pasiva, posicionándose voluntariamente como un espectador que, pudiendo actuar y en aras de evitar lo que estaba viendo, no lo hizo, permitiendo que el agresor trasladara a la chica a los baños de mujeres», abunda la acusación pública.

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