La autovía a El Musel estaba hecha al 20% antes de tener que ralentizar la obra

El 8 de julio pasado el ministro de Fomento Íñigo de la Serna puso la primera piedra de la duplicación de calzada en la AS-19 entre Veriña y Lloreda. La autovía resultante prolongará la ronda de la ciudad y conectará con el futuro vial a El Musel por Jove. Se trata de un proyecto largamente madurado, cuyos estudios se iniciaron en 1993, y del que se esperaba también una obra de pausada ejecución. El contrato firmado con las constructoras situaba la inauguración de estos 3,5 kilómetros en la primavera de 2021.

Una vez desembarcados, los adjudicatarios imprimieron un alto ritmo. Lo recuerdan los vecinos, que pudieron observar la velocidad a la que se logró uno de los desmontes en la zona, y lo confirman los informes de contabilidad presupuestaria. A 31 de diciembre se había certificado obra valorada en 6,6 millones, lo que equivale al 20% de todo el encargo.

La progresión llegó a desbordar la reserva presupuestaria que se le preparó. Las cuentas aprobadas para 2017 consignaban 6,3 millones para este desdoblamiento de calzada, lo que supone que, para seguir manteniendo el alto ritmo de trabajo, Fomento tuvo que desviar a estos tajos unos 300.000 euros que el presupuesto le facilitaba para otro destino.

La obra se ha ralentizado pero no tiene un problema de suministro financiero, al menos a corto plazo. Las cuentas están prorrogadas pero el presupuesto que el Gobierno central negocia para este curso dota de 8,4 millones a la actuación. La dificultad que ha provocado un avance mínimo desde enero estriba en los servicios afectados, que es como se denomina a todo el entramado de tuberías, tendidos, líneas eléctricas, caminos y las vías para el ferrocarril. Es el talón de Aquiles de toda obra a desarrollar en entornos periurbanos.

El proyecto no recogía todas estas instalaciones, ni tenía previstos los fondos suficientes para su desvío. Ahora toca una negociación a varias bandas. Fomento paga a los constructores por materializar la calzada, pero éstos a su vez deben entenderse con Arcelor, la EMA, HC y el resto de propietarios para los trabajos que atañen a sus instalaciones.