Urgente Prisión para el acusado de robar en gasolineras de Asturias
Niños en un poblado chabolista gijonés.
1972. Hace 50 años.

Gijón, para todos

La proximidad de la Navidad ponía aún más en evidencia el problema de la pobreza y el chabolismo en la ciudad

Sábado, 10 de diciembre 2022, 00:15

Lo afirmábamos: a los jóvenes les dolía la realidad. «También les duele», reafirmaba EL COMERCIO de hace hoy medio siglo, uno de los problemas más ... acuciantes de la villa de Jovellanos en la segunda mitad del siglo XX. «Les duele, sobre todo», leemos, «que unos hombres, unas mujeres y unos niños como cualquiera de sus familiares no tengan más opción que vivir arracimados en basureros como las ratas. Y se preguntan extrañados del por qué estas diferencias injustas en el reparto». Si bien era cierto que el del chabolismo, en aquellos años, no era un problema exclusivo de Gijón, ni mucho menos nuevo, la previsible llegada de otros tiempos distintos y, sobre todo, la proximidad de la Navidad, evidenciaba aún más el drama. Y llamaba a actuar.

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«Los jóvenes, porque miran las cosas de la vida con idealismo, durante esta semana van a empezar a tocar en esta orquesta de la colaboración para ayudar a resolver el problema y durante algunas tardes llamarán a vuestras puertas para haceros participar de esas angustias que se les traduce en sus ojos limpios, en sus ojos idealistas extrañados, al ver que este mundo nuestro está tan mal estructurado».

Explicábamos en las páginas del decano de esta forma el programa que, bajo el eslogan 'Gijón, una ciudad para todos', llevaba a cabo en nuestra ciudad Cáritas, al igual que en Avilés -donde había surgido la idea-, Oviedo y otras ciudades. Los jóvenes, se decía, «te llevarán un pequeño folleto como un lamento, en donde se pone al desnudo el problema y donde se pide tu colaboración».

La que fuera. «La de la sonrisa, si no tienes otra; pero no cierres la puerta de tu casa, ni defraudes a esta juventud que quiere poner durante esta semana su granito de arena en este servicio». ¿Qué mejor preparación moral para una Navidad? Aquel folleto sería tan solo un papel, pero uno lleno de verdades dolorosas. Aunque esas manos juveniles, por medio de ese escrito, criticaban, en el fondo, el mundo hecho por sus padres -y por sus abuelos-, ellos, en el fondo solo querían «encender una cerilla». Mejor eso, decía, EL COMERCIO, «que renegar de las tinieblas». Y sí.

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