Gijón lleva tres años seguidos de subidas de los alquileres de vivienda, con un 10,3% acumulado

Los alquileres convencionales de vivienda o arrendamientos de larga estancia llevan tres años consecutivos de subida de precios en Gijón. Entre enero de 2017 y febrero de 2020 se produjo un incremento acumulado medio del 10,3% y la tendencia alcista se mantenía hasta la irrupción de la crisis sanitaria.

Si se toma como referencia el último año, la variación de precio de las rentas inmobiliarias fue del 2%, y los mayores incrementos por barrios se registraron en El Coto (+10%), Jove (+9%) y El Llano en la zona de Los Fresnos (+7%).

El parque local de vivienda en alquiler en este momento roza el millar de viviendas en todo el municipio, si bien los expertos inmobiliarios consideran que solo me mantiene en oferta de manera activa entre el 70 y el 75% de esa cifra. Esto es, unas 700, número que coincide prácticamente con los pisos que el Principado tiene registrados como de uso turístico, las famosas VUT (695). Quiere esto decir que ahora mismo, en la práctica, hay los mismos pisos disponibles para inquilinos de larga estancia que para alojamiento esporádico o vacacional. Las VUT son más caras y generan más ingresos porque tienen el precio por día, pero también conllevan mayores gastos de explotación, además de más gestión y atención, al tener que dar al cliente un servicio 24 horas tipo hotel.

El stock del mercado del alquiler convencional se distribuye, dentro de la variación que ha habido de altas y bajas en el último mes, de la siguiente manera según los datos filtrados de Big Data de El Sol Grupo Consulting Inmobiliario: Centro (445), zona Natahoyo-La Calzada-Jove (78), Llano Alto-Pumarín-Nuevo Gijón (97), El Llano Bajo y El Llano zona Los Fresnos (85), La Arena-El Coto y Viesques (225), Somió (35) y zona rural sur (32). La mayor parte de la oferta para larga estancia la integran en este momento casas obsoletas y caras.

El perfil del demandante de vivienda en alquiler convencional se mantiene estable en los últimos años, según explica Cristian García Pastrana, gerente de El Sol. Sigue siendo gente joven, menores de 40 años que aún no se plantean la compra de un piso fundamentalmente por la inestabilidad laboral. Hay paridad entre solteros o parejas y sexos y normalmente precisan de un avalista en un 60% de los casos. También entran en este perfil, y cada vez más, personas que sufren cambios en sus circunstancias familiares repentinas (separaciones y divorcios) de todas las edades. Y también hay un nicho de mercado que se corresponde con traslados laborales.

En lo que se refiere al arrendador de pisos de alquiler en Gijón, García Pastrana diferencia cuatro casuísticas. El más común es el particular con varias propiedades y mayor de 50 años. Luego están personas que heredan alguna propiedad, inversores puros para alquilar y, por último, compradores de segunda residencia que deciden alquilar por el momento su inmueble.

Debido a la subida continuada de precios de los últimos tres años, según el gerente de El Sol Grupo, «la gente vuelve a sacrificar ubicación por prestaciones. Es decir, sacrifica espacio (metros cuadrados) para elegir dónde quiere vivir».