«Gijón le pone muchísima pasión a los Fuegos; los próximos serán grandiosos»

Ni tracas, ni palmeras, ni medusas brillantes en el cielo. Este año, a las doce de la noche no sonarán los voladores ni resplandecerán las luces de los fuegos artificiales. La noche gijonesa más esperada, la más multitudinaria, no contará con el esperado espectáculo pirotécnico y sumirá a toda la ciudad en una inusual oscuridad en esta fecha. Es noche grande, sí, pero no habrá fiesta con mayúsculas porque se pretende evitar las aglomeraciones y la propagación del coronavirus. Mientras en los almacenes de las empresas especializadas se almacenan kilos y kilos de artificios rellenos de sorpresas y colores a la espera de que todo vuelva a la antigua normalidad, los responsables de la seguridad de uno de los eventos de mayor magnitud de cuantos se celebran en Gijón cuentan a EL COMERCIO cómo será la noche hoy, sin duda histórica. Ellos estarán vigilando y, por eso, hacen una llamada a la responsabilidad.

Javier Álvarez Villazón, jefe del servicio de Prevención y Extinción de Incendios, asegura que nunca hay que bajar la guardia. «No habrá fuegos, pero puede ser una noche complicada y hay que estar alerta. Habrá, previsiblemente, mucho movimiento de personas y hay que tener preparados todos los dispositivos necesarios ante cualquier eventualidad».

La seguridad es esencial y los efectivos siempre están alerta. «Ante las aglomeraciones has de tener listas ambulancias, equipos de auxilio y una coordinación absoluta entre todos los efectivos». Y es que Gijón siempre ha puesto mucha pasión en esta noche. Lo saben bien José Manuel Fernández, de Pirotecnia Pablo, encargada muchas ediciones de la organización del espectáculo, y Juan Manuel Humanes, responsable de la empresa valenciana Ricaba, a quien le correspondió lanzar los del año pasado. Por ello, confían en que los próximos se puedan celebrar y además «sean recordados».

De ello están seguros Gerardo y Teo Morís, los populares 'Gemelos de Quintes'. Su experiencia en esta cita se debe a su conocimiento del manejo de la pólvora y porque colaboran con Protección Civil desde hace dos décadas: «Este año iba a ser algo muy especial al coincidir en fin de semana; todos esperábamos que la cita fuera aún más multitudinaria. Estamos seguros de que los próximos serán grandiosos».

Las empresas que trabajan en la pirotecnia se han visto obligadas a aparcar todas las creaciones previstas para este año y quizás, no sirvan para la siguiente edición: Jugamos con elementos muy personalizados, que respondan a acontecimientos cercanos a la ciudadanía. Un año te inspiras, por ejemplo, en el centenario de un hecho señalado, y eso ya no te vale para el siguiente».

Son conscientes de la imposibilidad de su celebración, pero se lamentan por las dificultades que atraviesa su negocio en estos tiempos de pandemia: «Es una pena. Las condiciones sanitarias actuales no lo hacen posible. Siempre ha sido un espectáculo esencial en Gijón y se van a echar mucho en falta porque es algo de toda la vida en la ciudad».

Valentín Cuesta es el coordinador del servicio de Protección Civil. Trabajó durante muchos años en el servicio de Bomberos y conoce bien las situaciones complicadas. «Esta será una noche muy diferente, insólita pero hay que estar muy atentos. Hoy no tendremos Fuegos pero la gente saldrá a divertirse y hay que vigilar, igualmente. Cualquier incidente tiene que estar en nuestras previsiones».

Son mensajes para una noche distinta a la soñada, pero en la que sin duda habrá muchos gijoneses y turistas en la calle «por lo que hacemos una llamada a la responsabilidad». Los próximos, como 'los no fuegos', seguro que también pasarán a la historia.