«En la Calzada estamos más unidos que nunca; solo así se puede luchar»
Comercios y vecinos del barrio preparan la manifestación del día 28 porque «solo se escucha a los más potentes y Gijón no es solo el centro»
SUSANA D. TEJEDOR
GIJÓN.
Domingo, 25 de octubre 2020, 15:24
La Calzada está más unida que nunca. La crisis económica generada por la pandemia ha propiciado que comerciantes y vecinos crean más que nunca que la fuerza única es la que puede salvar unos momentos muy complicados. O, al menos, ayudar.
Publicidad
En este barrio, que fuera el más populoso de la ciudad y con una idiosincrasia propia, nació la plataforma que reclama soluciones para salvar los negocios, en una zona de la ciudad en que casi la mitad de ellos han cerrado o están en riesgo de hacerlo.
La fisonomía ha cambiado, hay menos gente por la calle y se nota la tristeza. Lo piensan muchos de los que llevan toda la vida regentando algún negocio y los que viven en este barrio desde hace varias generaciones.
Por esta unión y esta cercanía de gentes, lo que surgió como una pequeña iniciativa, fruto de un «enfado» ante las actitudes políticas, ha tenido una respuesta inmediata. «Cada vez más restricciones te llevan a una impotencia. Fue un 'big bang'. Todo el día escuchando: 'Hay que hacer algo' y pensé, pues hay que hacerlo». Roberto López es el promotor de lo que pensó sería una movilización minoritaria y se ha ido haciendo cada vez más grande. «En este barrio damos ejemplo. Los vecinos comenzaron a hablar con otros barrios y nos hemos encontrado con una respuesta fuera de todas las previsiones».
José Joaquín Argüelles, de Argüelles Peluqueros, asegura que queda mucho camino por recorrer. «A ver qué ocurre, todo puede cambiar de la noche a la mañana». Se declara «antipolítico, creo en el bienestar», pero está convencido que los momentos actuales son críticos. Nació en Mieres, pero llegó al barrio hace casi medio siglo y se siente íntimamente ligado a La Calzada. «¿Cómo cambió? La tira. Era todo industrial cuando llegué y ahora no hay casi nada».
Publicidad
El piensa, como muchos de esta parte de Gijón, que «La Calzada es una ciudad en sí misma, ha cambiado mucho pero tiene su vida propia. Todos nos conocemos. Sales por las calles y saludas a unos y a otros, todo es muy familiar». Y los comercios también están muy pegados a sus vecinos. «Aquí la gente compra en sus tiendas de siempre. Por ello la vida de los comercios ha sido siempre muy cercana y activa».
Pero opina que «hay que cambiar muchas cosas: el ayuntamiento debería hacerlos más competitivos. Esto ocurre, dice, es otros barrios como Pumarín, El Coto, porque parece que lo que importa es el centro únicamente, que solo se escucha a los más potentes y yo tengo clientes de otros barrios».
Publicidad
«Una muerte lenta»
La descentralización es uno de los reclamos de estos habitantes que se lamentan de no ser todo lo partícipes que se merecen en la ciudad. «Este es un barrio muy unido, en el que se consume mucho y parece que solo importa el centro». Lo dice Laura García, que tiene una agencia de publicidad. «Nos echamos una mano unos a otros. Es un barrio muy unido». Los de La Calzada se sienten «una familia», pero saben que «es un momento duro que nos lleva al cierre. Es una rueda: la mayoría son hosteleros, si no hay hostelería no hay bodas, si no hay bodas no hay peluquería...».
Laura García cree que la manifestación será un avance, «pero no sabemos lo que va a pasar. Nos ahogan, es como una muerte lenta». También los taxistas viven momentos duros. Antonio García lleva más de dos décadas en este gremio. «La situación es penosa, estamos al 50% de la actividad. Ahora en un día tienes 9 o 10 servicios, cuando antes era, por lo menos, el doble».
Publicidad
Pero él lo tiene claro: «El problema está en la sociedad en sí. Vas a una cafetería y todos se juntan y quitan la mascarilla. Se lleva por la calle porque hay sanciones, pero en sitios cerrados, nos relajamos y los propietarios no tienen la culpa». García sabe que la unión es importante, «aquí siempre nos apoyamos y arrimamos el hombro», pero es necesario «que reine la cordura».
Nunca pensó Andrea Amado que cuando en noviembre del año pasado se embarcó en 'Alegría, centro de ocio y movimiento' iba a vivir una situación como la actual. «No hay nada de trabajo, es una ruina total. El barrio ha cambiado, hay menos gente por la calle, se nota el miedo, la incertidumbre de qué pasará de un día para otro». Por eso, se muestra muy crítica con la clase política. «No miran para los ciudadanos de a pie. ¿Por qué ellos cobraron las dietas durante este tiempo? Podrían haberse bajado el sueldo. No piensan que esto es un caos para todos».
Publicidad
La solidaridad no puede faltar en tiempos como estos. Así lo cree Gemma Julián, que regenta Macabel Stylistas. «En 2015 me quedé viuda. Mi marido pasó por sesiones de quimioterapia y descubrí 'Mechones solidarios'». Y en esta altruista aventura se embarcó y continúa. «Si te vienes a cortar el pelo, cobro cinco euros simbólicos y dono el pelo para hacer pelucas».
«La gente mayor tiene miedo»
Ella también acudirá a la manifestación del día 28 porque «todos estamos afectados y hay mucho miedo, especialmente, entre la gente mayor». Comenta que en los últimos diez años mucho ha cambiado en esta zona. «Sigue la unión de siempre, pero se han modificado los hábitos. Ahora la gente a mi local quiere venir a primera hora para evitar que haya pasado alguien antes; además, las clientas que venían todas las semanas, ahora lo hacen una vez al mes».
Noticia Patrocinada
Gregorio Ibáñez, que ha creado la plataforma de comerciantes y hosteleros de La Calzada para revitalizar la vida comercial, reivindica que «hay que apoyar a la hostelería hasta el último extremo y eso se consigue con la unión, que en este barrio la hay».
Es consciente de que «las ventas cada vez bajan más, vivimos una situación dramática y se culpa injustamente a la hostelería, cuando se sabe que solo el 3% de los contagios se produce en este sector».
Publicidad
Está convencido de que todo lo que surja con esta protesta «ayudará a la concienciación, pero las administraciones tienen que poner de su parte».
Y de esta preocupación, de la necesidad de actuar, de la búsqueda de unión y de seguir siendo «una gran familia» parte la ideología de la manifestación del próximo 28 de octubre: «Como barrio hemos de dar ejemplo. Tenemos que seguir 'bajando a Gijón' y Gijón tiene que 'subir' a comprar en nuestros comercios. No solo es importante que se unan los barrios entre sí, todos hemos de propiciar esa fusión y más en momentos complicados como los que atravesamos».
Roberto López asegura que «la ciudad ahora es el punto hacia el que miran otra comunidades, por nuestro afán de buscar soluciones entre todos, juntos, para sentirnos orgullosos de vivir en donde vivimos».
Publicidad
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión