Urgente Prisión para el acusado de robar en gasolineras de Asturias

Marcó la diferencia

Sin su ingente labor Gijón y, sobre todo, La Calzada serían ahora lugares muy distintos

JANEL CUESTA

Lunes, 26 de abril 2021, 00:13

Es difícil asumir que pierdes para siempre a un amigo al que viste crecer y que formaba parte de tu propia vida. Conocí a Rufino ... Ballesteros siendo un nenu, como dicen en la cuenca del Caudal, intentando dar las primeras brazadas en la piscina -la primera de Asturias, gracias a Chus Valgrande- siempre bajo la tutela de José Vitos. Ballesteros formó parte de un buen equipo con nadadores como Ángel Peláez, Julián Cabanas, Gerardo Pello y José María Tejerina.

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Lo tuve y lo entrené, cuando por motivos de trabajo, se vino a vivir a Gijón y se incorporó al equipo de natación del Grupo, donde tuvo de compañeros a Rafael Sánchez, Chema Allongo, Jorge Medina y Gonzalo Suárez. Rufino encontró en ellos un motivo de superación e integración en la vida gijonesa, aunque 'su mundo' siempre estuvo en La Calzada. De hecho, sus mayores éxitos deportivos fueron como entrenador del Club Patín KIBER y como árbitro de hockey sobre patines, siendo internacional en muchas ocasiones.

Fue todo un señor del deporte, un ejemplo de saber estar, de superación. Fue admirado por y querido por quienes gozamos de su compañía y amistad.

De su total integración en Gijón y, especialmente, en La Calzada, son conscientes todos los vecinos de 'su' barrio, que son quienes ahora le van a echar de menos. Por motivos personales viví de cerca su ingente labor cultural, manifestada tanto en la música como en los concursos de 'Arte deportivo'. También apoyó el bridge.

Creo sinceramente que Gijón y La Calzada, especialmente, serían ahora muy diferentes sin la ingente labor de Rufino Ballesteros. Es obvio que cuando se parte de cero para llegar al infinito, como lo hizo Rufino, son muchos los problemas y las críticas, que en su caso sirvieron para reforzar su notable personalidad y capacidad de trabajo.

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Quizá a partir de ahora, comenzaremos a darnos cuenta de que la cultura y el deporte, tanto en Mieres como en Gijón, y muy especialmente en La Calzada, van a ser muy diferentes sin la presencia de este gijonés de adopción, al que me gustaría hacerle llegar, allá donde esté, que su recuerdo estará siempre con nosotros.

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