Martín plantea usos culturales, zonas de juego y terrazas permanentes en el Muro

Tardaremos años en conocer el diseño definitivo, o al menos para unas décadas, el Muro de San Lorenzo. Así se desprende de las declaraciones efectuadas ayer por el concejal delegado de Movilidad y Medio Ambiente, Aurelio Martín, en el programa La Lupa, de Canal 10.

Martín insistió en reiteradas ocasiones en que la decisión sobre el proyecto final para el Muro «no será una imposición», sino que se tomará «de la forma más consensuada posible, tras el estudio que vamos a pedir al Consejo Social de la Ciudad, a través de una comisión que será presidida por una persona independiente» y en el que espera contar con la «participación del Foro de Movilidad y el Colegio de Arquitectos».

En todo caso, los criterios del equipo de gobierno municipal se van aclarando. El concejal propuso varias «ideas» para el Muro, de las que dijo que «tienen que ser moldeadas y compartidas», no impuestas por el equipo de Gobierno. Eso sí, dichas ideas las tiene muy matizadas: «Las fachadas marítimas tienen que recuperarse. Las terrazas del Muro tienen que valer para el verano, pero también para el invierno. En el Muro debería haber cultura y literatura. Puede acoger la Feria del Libro o las actividades de Feten, y zonas de juego para los niños. ¿Por qué no podríamos tener la Feria de Artesanía en el Muro?», inquirió, a la vez que sacó a relucir un artículo publicado en EL COMERCIO por el teniente de alcalde de Carmen Moriyón, Fernando Couto, en defensa de la peatonalización del Muro, con la que se manifestó de acuerdo. Es más, señaló Martín que «todos los partidos han hablado de peatonalizar el Muro», y pronosticó que «a la vuelta de un año no habrá ningún partido que busque la vuelta del tráfico al Muro; les tirarían piedras». Es más, argumentó que las peatonalizaciones, que «son apoyadas por todos, salvo por aquellos a los que les afecta en su calle», son la tendencia general, y que un uso puntualmente bajo por parte de los peatones no es motivo para revertirlas: «El 'Cascayu' es un éxito», afirmó, e inquirió: «¿Vamos a recuperar el tráfico en Begoña porque no haya peatones en noviembre?».

Se le preguntó a Martín por si habría que eliminar completamente el tráfico del Muro, y hasta precisó que «las plazas de aparcamiento son solo 65, aparte de las zonas de carga y descarga, no sería un gran problema eliminarlas».

También se le planteó si habría que derribar el murete que separa el 'Cascayu' de la acera: «Sí, y más cosas, aunque no hay dinero para todo en un año. Será un modificación gradual». Así, las medidas se irán tomando en función de dos criterios: Uno, la disponibilidad presupuestaria del Ayuntamiento para ir afrontando los gastos que implicarán las obras. Otro, los cambios en movilidad que se irán generando en la ciudad con otras actuaciones, entre las que Martín destacó muy principalmente la entrada en servicio del Metrotrén y la llegada del AVE a Gijón, hitos que supondrán cambios de envergadura en los flujos de tráfico de todo el centro urbano. Pero no solo esos hitos. Los progresivos cambios en los usos de los vehículos privados y del transporte público, las posibles limitaciones en otras zonas para el tráfico rodado y actuaciones orientadas a mejorar la fluidez de las zonas de influencia directa tendrán su repercusión en las decisiones que se adopten sobre el Muro.

Por ejemplo, Aurelio Martín avanzó que en los próximos días se anunciará una actuación, que se encuentra en la última fase de su estudio, que supondrá «un plan B para el flujo de vehículos que proceden de la zona este de Gijón, en particular de Somió», y que servirá para bajar la presión de tráfico que ha supuesto para la avenida de Castilla el cierre del Muro a los flujos de vehículos en dirección oeste. Esta actuación implicará obras y un cambio en la estructura de la calle del Doctor Fleming (la margen derecha del río Piles desde la rotonda de La Guía).