La fiesta se desbordó tras los fuegos

La traca final de la grandiosa exhibición de los fuegos artificiales de Gijón señalaba el final de un espectáculo que acababa con una gran ovación, pero también servía para anunciar que comenzaba otra fiesta, con decenas de miles de personas en el centro de la ciudad. Los comentarios eran unánimes: «Fueron los mejores fuegos de los últimos años, qué maravilla, mereció la pena la espera. Gijón necesitaba recuperar su fiesta».

En Poniente, la orquesta Assia retomó tras el parón por los fuegos, su concierto ante un público entregado y exultante. La música sonaba a todo volumen y se cantaban y bailaban todas las canciones. Poniente también estaba a tope, con colas en la mayoría de los bares, mientras se en el paseo del Muro no cabía un alfiler, con las heladerías llenas.

Fue sin duda una fiesta multitudinaria con gente de toda Asturias que disfrutaron de una noche de poco frío, un aliado viento nordeste que resultó clave para que los fuegos se vieran en su verdadera magnitud y estrellas en el cielo; los jóvenes se adueñaron de las calles y plazas. Fue una vuelta a la normalidad que superó todas las expectativas, una fiesta que se prolongó hasta la madrugada y que seguirá hoy con el Restallón y la danza prima.

Durante la noche y a primera hora de esta mañana, los operarios de Emulsa recogieron 315 toneladas de basura, a falta de los resiudos que se generen tras el Restallón. Se hizo limpieza: playa y paseo San Lorenzo más el papeleras selectiva

Se hizo especial hincapié en la limpieza de Marqués de San Esteban y Rodríguez San Pedro, además de la playa y el paseo de Poniente.

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