De nuevo, el adiós
Otra remesa más de soldados del regimiento Tarragona se despidió de Gijón, desde donde partieron a Marruecos, a combatir en la guerra
Desfilar literalmente, en pasacalle, como espectáculo popular. Formadas las tropas ordenadamente -«escuadra de gastadores, banda de música, plana mayor, bandera, las dos compañías y los ... soldados de la expedición»-. En El Musel les esperaba ya, desde las ocho y media, el vapor 'Romeu'. «Traía ya a bordo a fuerzas de los regimientos de Sicilia y Artillería de Montaña, de guarnición, respectivamente, en San Sebastián y Vitoria. Dichas fuerzas fueron embarcadas en Pasajes, de donde procedía el buque». Allí, por cierto, viajaba un polizón: un espontáneo donostiarra que se había colado en el barco para ingresar en la Legión.
Publicidad
Menos ímpetu llevarían los soldados obligados a partir, y que, casi ya en su destino, hubieron de retrasarse para «llevar un bocado al estómago» a la altura de Jove, mientras, en El Musel, «las gentes comenzaban a impacientarse», espectáculo manda. Allí aguardaban alcalde, concejales, coroneles, ingenieros directores de la Junta de Obras del Puerto, gerifaltes de la Guardia Civil y hasta un diputado provincial. No para partir a África, sino para despedir a quienes así lo hacían. 700 litros de vino por obsequio de la 'Cruz Roja', alguna peseta de 'Paz y Caridad' y medallas de aluminio en el pecho implorando por su buen destino, por iniciativa de la asociación 'La medalla milagrosa', aguardaban a los soldados antes de embarcar. Qué más podía faltar.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión