¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
El psicólogo clínico Carlos Veiga, en una de las terapias de grupo de 'Sobrevivir al trabajo'. PALOMA UCHA

415 personas hicieron en 2018 terapia de grupo para superar el estrés laboral

El centro de salud de Montevil es pionero en ofrecer este servicio. El 72% de los pacientes de baja se reincorporaron, de media, a los 46 días

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Domingo, 10 de marzo 2019, 03:43

La ansiedad y la depresión ocupan la mitad de las consultas en Atención Especializada. Y, hasta ahora, la respuesta del sistema sanitario a estos casos «ha sido básicamente un incremento de la prescripción de ansiolíticos y antidepresivos». La afirmación aparece recogida en el informe 'Intervenciones Psicológicas en Atención Primaria' de la Consejería de Sanidad del Principado. Sin embargo, en el centro de salud de Montevil, en Gijón, hace dos años que se está poniendo en práctica un tratamiento alternativo basado en la intervención psicológica. Es «tres veces más eficaz que el tratamiento habitual» para este tipo de trastornos y la manera, demostrada, de disminuir el consumo de benzodiacepinas.

Publicidad

El centro gijonés es pionero en Asturias a la hora de trabajar con pacientes con estrés laboral -estén de baja por esta causa o no- mediante una terapia de grupo a la que se ha bautizado como 'Sobrevivir al trabajo'. Las sesiones, de una hora de duración, tienen lugar todos los lunes, dirigidas por el psicólogo clínico Carlos Veiga. A lo largo de 2018 pasaron por ella 415 personas. «Vemos una media de dos casos nuevos cada día».

Son en su inmensa mayoría mujeres -la proporción es del 70-30%-, en torno a los cuarenta años y empleados tanto del sector público como privado. Incluso autónomos. Llegan a la consulta de Carlos Veiga derivados por su médico de cabecera -tanto del centro de salud de Montevil como del de Contrueces y el periférico de Vega-, normalmente en los primeros cinco días desde la derivación. El primer paso es tener una entrevista individual con el psicólogo. El segundo, si aceptan, empezar a hacer terapia en un grupo que es abierto. Es decir, que se pueden incorporar y abandonarlo cuando lo precisen. Hay quien no precisa más de tres sesiones y quien la mantiene hasta un año.

En los casos en los que los pacientes están de baja laboral, éstos suelen llevar ya sin trabajar algo más de dos meses, de media, cuando recalan en el grupo. Tras pasar por la terapia, el 72% se da por recuperado. Es decir, se reincorporan a sus puestos de trabajo. De media, lo hacen a los 46 días.

Veiga explica que «el efecto grupal de escuchar otras historias, poder contar lo que te pasa y darte cuenta de que no eres el único en esa situación» es muy importante en este tipo de intervención psicológica. Porque «la gente que tiene tus mismos problemas y ha encontrado soluciones puede ser un modelo más potente que el de un profesional que te escucha y te da consejos». El aprendizaje entre iguales, subraya, «funciona bien en estos casos. Escucharse y compartir experiencias mejora la salud de la gente». También contribuye a romper el aislamiento y el sentimiento de culpa que suelen presentar los pacientes con este tipo de trastornos.

Publicidad

Pérdidas serias de salud

Reconoce Carlos Veiga que trabajar con ellos le supuso un cambio de mentalidad. «Uno tiene la idea de que los que se quedan de baja por estrés son un poco rentistas, simuladores, incluso caraduras». Pero «lo que nos encontramos en el grupo es gente muy responsable, muy trabajadora, muy implicada, que se quema por la sobrecarga de tarea y la falta de política de personal en las empresas». Éstas dan por hecho, expone Veiga, «que cuanto más hagan en menos tiempo más rentables van a ser pero eso, a medio plazo, hace caer la productividad porque la gente rompe, como cualquier otro material que tiene una resistencia». Porque el estrés, aclara, «es un término que procede de la ingeniería, no de la psicología».

Lo que también se ha encontrado en estos casi dos años en que lleva haciendo terapia de grupo con ellas son personas «con pérdidas de salud serias». Con problemas digestivos, de sueño, de contracturas musculares, de pérdida de peso o caída de pelo. «Todos estos son signos físicos de una situación de estrés prolongado. La gente pierde realmente la salud». ¿Cuánto tiempo puede aguantar una persona trabajando, por ejemplo, doce horas diarias? «Depende de la resistencia del material, hay gente más resistente y gente menos resistente, pero a un ritmo así yo diría que en uno o dos años aparecen problemas de salud», advierte.

Publicidad

Con las terapias de grupo se consigue un ahorro en días de baja, consultas especializadas y consumo de fármacos, pero «es poner solo un parche a una hemorragia que es más social y laboral», considera el psicólogo clínico del centro de salud de Montevil.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

1 año por solo 16€

Publicidad