El precio del bonito, por las nubes por la escasa oferta
Los pescaderos creen que hasta dentro de unos diez días, cuando llegue más cantidad, no bajará de 25 euros el kilo
Hay variedad de precios, como es habitual, pero por lo general el kilo de bonito en rodajas cuesta en las pescaderías de Gijón por encima de los 25 euros el kilo. En la pescadería Llastres, Pedro Ángel y Silvia Suárez lo venden a 28,90 euros y advierten de que incluso el precio de los 'monos' (de menos de 5 kilos) están caros en la lonja, a más de 8 euros (en pescadería, rondan los 18). Hubo descargas el lunes y el jueves. «Parece que los barcos entran poco a poco, para que se paguen bien», apunta Pedro Ángel. Parece que pronto podría haber más producto a la venta, pues «dijo un patrón que los bonitos están más cerca de lo normal por estas fechas», aseguró el pescadero, aunque cree que cuando salgan los barcos de tanqueo, que los bonitos estarán más cerca, habrá más pescado a la venta. Eso sí, «este es un bonito de cacea y es muy bueno de calidad. Está durín», remarca Pedro Ángel.
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En Pescados Europa, Alejandra Morán reconoce que el bonito «está espectacular». El bonito en rodaja lo vendía ayer a 25,90 euros el kilo y la ventresca, a 32. «Vino poco grande y mucho recortao (de 5 a 7 kilos). Así y todo, es caro. El lunes pasado lo compré en la rula a 11,20». Un problema añadido a que todavía está caro es que se está notando la crisis económica. «No se vende nada. No digo bonito, sino en general», asegura Alejandra Morán, quien también espera que «la semana que viene, si entra bastante cantidad, el precio bajará mucho».
«Se vende poco»
Víctor Manuel Suárez, de Pescadería Cosmar, es otro de los que dice que «se vende poco en general». También se queja de que hay poco producto, de ahí sus 25 euros el kilo. Pero advierte de que «el pescado no subió tanto como la gente cree. Los precios van en relación con la cantidad de pescado. En cuanto entre cantidad el precio dará un gran bajón». Eso sí, cree que hasta dentro de diez o quince días no ocurrirá. «Necesitamos que entren tres barcos con 20.000 kilos cada uno, pero el bonito aún está lejos». Suárez tiene claro que «lo que se nota es la crisis».
Los compradores acusan el precio alto. «Me gusta la ventresca. Aún está muy caro. A quien le guste, que lo pague; y si no, comemos un huevo frito», dice María Teresa Zazo. Evelys Rey y Enol Moreno tampoco compraron bonito ayer. «Lo compraré la semana que viene, que estará más barato. Además, es bueno porque es de aquí».
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