Así lo contó EL COMERCIO.
1922. Hace 100 años.

Tecnología bajo el mar

Una escuadrilla de submarinos llegó a El Musel, generando una enorme expectación. El público pudo visitarlos gratis al día siguiente

Jueves, 1 de septiembre 2022, 00:51

Háganse cargo de que hace un siglo ni en Gijón ni en sitio alguno cabía el recurso de solazarse con la televisión. Los entretenimientos estaban ... sobre todo en la calle, al aire libre, y, de cuando en cuando, también en el mar. Fue el caso que tal día como hoy, pero de hace 100 años, las y los gijoneses pudieron ver en vivo y en directo cómo era un submarino, porque así lo dispuso la escuadrilla que, escoltada por un cañonero, nos visitó «procedente de Oeste». Así rezaba un telegrama que venía de la Ayudantía de Avilés y que recaló en la Comandancia de Marina gijonesa, a la sazón liderada por el señor Cebreiro. Este, contamos, «en cuanto se enteró del contenido del telegrama dio las oportunas órdenes para facilitar el arribo de la escuadrilla a El Musel». Y saltó la liebre.

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¡Seis submarinos en Gijón! La cosa era para verla. Seguidos por el remolcador 'Cíclope', a eso de las once y media de la mañana del 31 de agosto, llegaron a la ciudad para solaz del numeroso público que, alertado pocas horas atrás, se desplazara para contemplarlos. «Los submarinos fondearon seguidamente de popa, en el dique Norte, colocándose a los costados del buque de salvamento 'Kanguro', allí amarrado desde ayer», dijo EL COMERCIO. El remolcador, por su parte, fue a arribar al muelle de Rivera.

Atareadísimos en las labores de limpieza, los tripulantes no permitieron las visitas del público a los submarinos; la mitad de ellos de matrícula española, «construidos en Cartagena». Al día siguiente a su llegada, el primero de septiembre, sí se pudo pasar, gratuitamente, a visitar el interior de aquellos torpedos que surcaban las profundidades del mar. Eran el 'Cosme Garxía', el 'Monturiol', el 'B-1', 'B-2' y 'B-3'; y, claro, el 'Isaac Peral'. Con un mínimo de 18 hombres de tripulación y un máximo de 32, no por menos tamaño -ni de los submarinos ni de los buques que los acompañaban: el 'Kanguro' era tripulado por 105 marinos- fueron peor recibidos en la villa de Jovellanos. Para nada. Los saludaron las autoridades, capitanes, comandantes y alcalde, y en su honor se bailó hasta altas horas en el Casino. La ocasión la pintan calva.

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