Los vehículos de la ORA ya ruedan en pruebas por las calles de Gijón

La empresa de la ORA ya ha sacado a la calle, de momento en pruebas, sus vehículos de apoyo a los controladores. Disponen de lectores de matrícula que, gracias a la obligatoriedad de registrar el vehículo para poder obtener el tique de aparcamiento, permiten detectar a los que no han pagado la zona azul o han superado el tiempo de estancia. En ese caso, el controlador que viaja a bordo se bajará para poner la oportuna sanción.

La Concejalía de Medio Ambiente y Movilidad analiza posibles excepciones a la nueva normativa sobre límites de velocidad, que desde el pasado 11 de mayo fija en un máximo de 30 kilómetros por hora la de las calles con un único carril por sentido. Así lo aseguró el concejal Aurelio Martín en respuesta a una pregunta de la edil del PP Ángeles Fernández-Ahúja, quien le pedía un listado de las vías en las que se podrá seguir circulando a 50 kilómetros por hora a pesar de que cumplan las características que marca el reglamento general de circulación para aplicarles una velocidad reducida.

Son dos los criterios que se tendrán en cuenta para aplicar estas excepciones. Uno, la propia configuración de la vía. Fuentes municipales ponen como ejemplo la carretera de Somió, que pese a estar técnicamente dentro de poblado, por lo que sería de aplicación la norma general, no tiene las características propias de una calle urbana. El segundo criterio será evitar que la velocidad comercial de los autobuses de EMTUSA se vea penalizada por los nuevos límites. «Hay que tratar de facilitar la mayor agilidad posible para el transporte público», apuntó Martín. Y en esa línea se incluiría otra posible excepción en la avenida del Jardín Botánico, por la que circulan entre otros autobuses los que llevan al Hospital de Cabueñes, que están entre los más utilizados. Sí se descarta en un principio suprimir también el límite de 30 kilómetros por hora en la avenida de Schulz, pues a pesar de estar reservada en exclusiva al transporte público «el número de semáforos, pasos de peatones y paradas hacen inviables velocidades mayores».

Martín añadió que el Ayuntamiento está tratando de consensuar con la Dirección General de Tráfico los puntos en los que se deben colocar las señales de inicio de poblado, que son las que marcan el inicio de la aplicación de los nuevos límites de velocidad. «Aunque en las carreteras nacionales y autonómicas es un concepto claro, es más impreciso cuando se aplica en vías de titularidad municipal». El concejal de Seguridad Ciudadana, José Luis Fernández, cifró en tan solo un 18% las calles que no se han visto afectadas por el nuevo límite de 30 kilómetros por hora.

En la comisión de Movilidad también se planteó la necesidad de adoptar medidas adicionales para agilizar los viajes de autobús, que vayan desde nuevos retranqueos de paradas, para evitar la pérdida de tiempo para aproximarse a la acera, una revisión general de líneas y paradas. La empresa municipal apunta que «trabajamos de forma continua para adaptar la oferta a la demanda existente, pero no preparamos una reestructuración de líneas a gran escala».