Zúñiga estudia menos corridas y precios más altos para salvar la feria taurina de Begoña

Pese a las pesimistas previsiones de los aficionados, aún quieren dejar la puerta abierta a la posibilidad de una feria taurina reducida en número de festejos y ajustada a las condiciones actuales, tanto en aforos como en la categoría de toreros y ganaderías. Imposible, por ejemplo, optar a seis corridas de toros y siete diestros del máximo nivel como certifica el pliego de condiciones suscrito por el empresario y el Ayuntamiento.

De hecho, según pudo saber este periódico, Carlos Zúñiga hijo, en su intención de no dejar dos años en blanco los festejos taurinos en El Bibio, contactó hace semanas con responsables municipales para exponer una serie de premisas que, a su entender, serían imprescindibles para por volver a celebrar este año la Feria de Begoña. La respuesta, al parecer, no fue la que el empresario esperaba.

Zúñiga puso sobre la mesa, a sabiendas de lo complicado de su propuesta, un cambio para este año en las condiciones impuestas por el pliego. ¿En qué consistirían esos cambios? En permitir una feria con menos festejos, quizás la mitad, rebajando, en su justa medida, el número de diestros de la máxima categoría para componer los carteles y, también, modificar lo estipulado sobre la política de precios de localidades y abonos. El empresario, dado que el aforo máximo previsible debería de situarse en el 50% de la capacidad del coso, baraja una subida en torno a diez euros lineales en los precios de las localidades sueltas y que se le permita rebajar los descuentos que debe de aplicar en los abonos. Sucintamente, con esas condiciones entiende que se podría plantear una feria taurina este mes de agosto en Gijón.

El empresario, que reconoció «haber comentado alguna cosa» con los responsables municipales» aunque evitó concretar sus peticiones, volverá a intentarlo oficialmente después de Semana Santa, cuando enviará un documento a Divertia en el que propondrá la fórmula que le permita «reequilibrar económicamente» el contrato suscrito, si bien dijo ayer a EL COMERCIO que la cuestión «aún está en el aire» ya que todavía estudia qué medidas de las descritas sugerirá.

En cualquier caso, aseguró que su intención es dar la feria y que, de celebrarse, «seguirá habiendo figuras», aunque al no haberse celebrado apenas festejos en 2020 no hay escalafón taurino al uso.

Al menos en estos primeros contactos, el Ayuntamiento no parece estar dispuesto a dar opciones a una feria de circunstancias.

De hecho, el mensaje que le transmitió al empresario es que los pliegos deben de cumplirse en su totalidad y que, en consecuencia, no abre la puerta a otro tipo de planteamientos, pese a las actuales circunstancias: ni rebajar festejos, ni tocar la categoría de los diestros, ni modificar la política de los precios de las localidades.