Clima preelectoral

El primero en mover pieza fue el Partido Socialista, con la decisión del Adrián Barbón de presentarse a la reelección como presidente para intentar tener un segundo mandato. Las novedades socialistas estuvieron en el ámbito municipal, con la convocatoria de primarias en los dos ayuntamientos más poblados, Gijón y Oviedo. No fueron unos comicios previsibles. En la capital compitieron cuatro candidatos, resultando ganador Carlos Fernández Llaneza. En Gijón se vivió un episodio inédito en las primarias socialistas a escala de España, al recoger firmas un grupo de militantes para pedir la convocatoria de elecciones internas, pese a contar el Ayuntamiento con alcaldesa socialista (Ana González). Alcanzado el número de firmas exigido por la normativa, compitieron dos candidatos que se presentaron con sus respectivos avales (Ana González renunció a hacerlo), Luis Manuel Flórez, 'Floro', y Ana Puerto, ganando el primero que contó con el apoyo de la dirección de la agrupación. La movilización de la militancia en este proceso de elecciones primarias no tuvo precedentes en la villa de Jovellanos.

El PP abordó una operación de renovación para llegar a la elección del candidato autonómico. Hizo falta que dimitiera Teresa Mallada, de su cargo de presidenta de la organización, para abrir un periodo de búsqueda del candidato, una vez que la dirección nacional llegó a la conclusión de que no se daban las condiciones más idóneas para celebrar un congreso. Desde la cúpula del partido se transmitió la idea de que era fundamental encontrar una persona con capacidad de liderazgo que conectara con los deseos de cambio de la sociedad. Depositaron en Álvaro Queipo, secretario general, la responsabilidad de dirigir el partido. Posteriormente dieron a conocer a Diego Canga Fano, funcionario de la Unión Europea, director del área agroalimentaria de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea, como candidato del PP a la Presidencia del Principado. El nombramiento supuso un revulsivo para el espectro social del centroderecha y cambió las expectativas del PP regional, un grupo acostumbrado a ser derrotado en las urnas, muy replegado sobre sí mismo, y con un discurso más centrado en erosionar al Gobierno que en conectar con la sociedad. De sus primeras palabras se deduce que quiere encarnar la alternativa de cambio y exhibe su currículo de profesional comprometido con la sociedad (hizo gestiones en algún conflicto industrial asturiano) que ahora da un salto a la política. Para la batalla electoral el PP sigue con tareas pendientes, como mejorar su implantación territorial, algo fundamental para poder competir en un mapa electoral como el asturiano, con tres circunscripciones, donde se prima el voto de las alas. La representación electoral asturiana gana en equilibrio y madurez si el PP logra superar esta etapa que dura ya más de diez años, con un techo electoral muy por debajo de lo que eran sus resultados en la primera década del siglo.

Al ambiente electoral contribuyen también las decisiones en otras organizaciones, como Podemos, donde ganó las primarias la pediatra Covadonga Tomé, con gran ventaja sobre Alba González, miembro del aparato. Tomé será la candidata a la Presidencia del Principado. Las malas relaciones entre los responsables orgánicos y la candidatura ganadora no garantizan que el camino hacia las urnas sea lineal. Por su parte, la dirección de Foro eligió a Adrián Pumares como cabeza de cartel electoral. Todavía no se sabe quién será el candidato de IU, ni el de Vox. En cuanto a Ciudadanos está en un proceso de descomposición, con dirigentes orientados a participar en las candidaturas del PP. Estamos abocados a una larga campaña preelectoral que no debiera interferir en el funcionamiento de las instituciones.