Hoy el día luce gris a pesar de tantas jornadas de sol y luz. Hoy la parroquia de Tremañes está triste y parecería que la ... lluvia reflejara las lágrimas y la pena por la pérdida de su párroco Cándido Viña, durante tantos y tantos años, un señor con todas las letras. Lo de párroco era meramente su profesión o dedicación que cumplió con creces, pero más importante aún era su calidad humana como vecino, amigo, luchador durante tantos años por un barrio obrero desde la propia asociación de vecinos. Era conversador, cercano, participe como un vecino más de todo lo concerniente a Tremañes y sus vecinos.
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Nunca podremos olvidar a una persona tan completa en todos los sentidos. Cándido, nos dejas un gran recuerdo y a la vez un gran vacío, pero sabemos que allá donde el destino te lleve, estarás luciendo una gran sonrisa, conversando y rodeado de personas tan nobles como fuiste tu. En cierto modo seguirás cumpliendo tu misión en ese otro sitio que se nos tiene destinado a todos, y es el de darle el gran rayo de luz y alegría que desprendías en vida y que ahora desprendarás por toda una eternidad.
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