Otra vez la primavera

La primavera siempre es el triunfo de la vida sobre la muerte, la resistencia de la naturaleza y del ser humano contra la precariedad constante ... con que nos rodea el tiempo. Hay todavía nieve en las cumbres que es como el rastro que dejaron los ángeles o como el polvo que desprendieron sus alas. Aquí, cerca de la ventana que da al parque de la Reina Católica, desde la ancha cama de viudo solitario, oigo, en la noche, el canto del ruiseñor que renueva el placer y también la tristeza del vivir. El viejo Piles, después de los pasados días de lluvia, empieza otra vez a llegar muy desmayado a la mar. Pero la luz dura ya más que la oscuridad, y en la hierba, que está creciendo en el verde asturiano, está ya la primavera. Los prados van por los prados de marzo, y lo verde es un susurro de hierba de mar y monte. La Semana Santa, esa que con demoledor verso contó el Arcipreste de Hita, y con mejor prosa los escritores del siglo de oro, empieza ya entre música y rezos. También entre música y juegos, en el barrio de Arroyo de La Pedrera, se plantaron estos días robles, cerezos y manzanos para luchar contra la degradación de la tierra y poner freno a la invasión de 'ocalitos', esos árboles australianos que vienen enriqueciendo a las papeleras y desgraciando al mote asturiano convirtiéndolo en un dañino y peligroso ocalital. 'Planta un bosque con nosotros' es la noticia que leo en EL COMERCIO. Eslogan de la Concejalía de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Gijón que busca la implicación de la ciudadanía en la defensa del entorno natural.