El dilema del trapecista
A una parte del alambre está el vacío de la inflación y al otro el derrumbe bancario. En ese finísimo alambre por el que caminan Powell y Lagarde, parece que darán prioridad a no caer para el lado del derrumbe bancario
¿La caída de un pequeño banco norteamericano puede generar un 'efecto mariposa' en el sistema financiero mundial? Esa pregunta es la clave de todo ... el terremoto financiero que estamos viviendo en los últimos días y no tiene una respuesta muy clara.
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Todo comenzó hace unos días, cuando el Silicon Valley Bank (SVB), un banco de la costa oeste de Estados Unidos, especializado en financiar a 'start-ups' (empresas emergentes, pequeñas, pero de rápido crecimiento y mayor riesgo, aunque así comenzaron Google, Apple y casi todos los gigantes actuales…), perdió la confianza de los depositantes. Hasta ese momento, el SVB cumplía holgadamente las ratios de liquidez y capital exigidos por la exigente norma Basilea III. Es decir, estaba sobrecapitalizado. Pero hay que tener en cuenta que el negocio bancario consiste en realquilar el dinero. Es decir, el banco toma dinero prestado de los depositantes y lo presta a otros que necesitan financiar sus inversiones. Para responder a las peticiones de liquidez de los depositantes o ahorradores, existe el llamado 'coeficiente de caja', que es el pequeño porcentaje que el banco debe tener disponible para poder hacer frente a aquellos que quieran retirar su dinero. Pero el miedo es libre, y si el pánico se apodera del mercado y los ahorradores comienzan a temer por sus depósitos y quieren retirarlos de forma masiva, no hay una sola entidad bancaria en el mundo que pueda atender de forma simultánea tal aluvión de peticiones de retirada de fondos.
A los pocos días, el miedo cruzó el Atlántico y aterrizó en Suiza, paradigma de la estabilidad financiera, golpeando de pleno a todo un símbolo como el Credit Suisse. Ante esa situación, se forzó un matrimonio de conveniencia, en el cual UBS adquirió Credit Suisse con un gran descuento respecto al valor bursátil que tenía el día anterior. Aparentemente, el comprador había hecho un gran negocio, pero al día siguiente a la adquisición la cotización de UBS sufrió un serio batacazo, lo cual indica que el mercado no veía claro nada de todo lo que estaba sucediendo. No obstante, en una situación de gran incertidumbre como la actual, la gente tiende a 'no poner todos los huevos en la misma cesta', y siempre que se produce una gran fusión o absorción, suele haber a continuación una fuga de clientes que tratan de diversificar sus posiciones y, eso, podría explicar la bajada de cotización.
Detrás de esta situación, puede estar el llamado 'efecto mariposa', fenómeno descrito en matemáticas, dentro de la denominada 'Teoría del caos'. Según esta, en determinados sistemas determinísticos no lineales, un cambio pequeño en las condiciones de partida puede originar una variación enorme en las condiciones de llegada. Dicho de otro modo, el aleteo de una mariposa en California podría producir un efecto en cadena de tal calibre que desembocara en un terremoto en Suiza. Pero también caben otras explicaciones alternativas, como el hecho de que como consecuencia del conflicto ucraniano se está produciendo una alianza a tres bandas entre China, Rusia e India, y grandes magnates chinos podrían haber retirado masivamente sus depósitos de algunos bancos suizos, originando problemas de liquidez inmediatos.
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En cualquier caso, sea por el 'efecto mariposa', por la retirada de dinero por parte de los depositantes chinos o porque el sistema financiero es ante todo 'confianza', palabra mágica, los principales bancos centrales del mundo (FED, BCE, Banco de Japón, Banco de Inglaterra, etc.) adoptaron un acuerdo urgente de cerrar filas, suministrando todo el apoyo necesario a las entidades financieras, en un intento de transmitir tranquilidad al mercado y, sobre todo, a los depositantes. Lo cual parece haber apaciguado un poco los ánimos.
Pero ahora surge otro gran dilema, y es saber qué repercusión tendrá esto sobre la política de control de la inflación, mediante subidas de tipos de interés, que están llevando a cabo la FED, con Jerome Powell al frente, y el BCE con Lagarde. Las subidas de tipos de interés, tradicionalmente, fueron bien recibidas por el sector bancario, porque eso amplía el margen de su negocio. Pero en estos momentos, con la incertidumbre extrema que hay, una subida de tipos agresiva podría llevar a una gran morosidad, porque muchas personas no podrían hacer frente a los pagos de sus préstamos. Es decir, se trata de caminar, como el trapecista, en el alambre y sin red protectora. A una parte del alambre está el vacío de la inflación y al otro el derrumbe bancario. En ese finísimo alambre por el que caminan Powell y Lagarde, parece que darán prioridad a no caer para el lado del derrumbe bancario, lo cual quiere decir que si tienen que elegir sacrificarán la lucha contra el proceso inflacionario. Como muestra de la gran incertidumbre existente está el 'Gráfico del Dot Plot', el cual responde a una idea generada por Ben Bernanke, antiguo máximo mandatario de la FED y Premio Nobel de Economía del año 2022. Dicho gráfico representa mediante unos puntos los pronósticos que hacen respecto al tipo de interés a corto y medio plazo doce miembros del FOMC (Federal Open Market Committee), y para el año 2024 la dispersión o disparidad de pronósticos es enorme, oscilando entre el 2,25% y el 4,25%, lo cual indica una diferencia relativa del 89%.
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El dilema del trapecista no tiene fácil solución y ambos precipicios son muy peligrosos y, en ambos casos, las víctimas serán las mismas. Es decir, los ahorradores. O sea, esas personas que se han privado de muchas cosas a lo largo de una vida para tener un colchón de seguridad, el cual se vería deteriorado tanto en el caso de que algunos bancos corriesen peligro, como en el caso de que la inflación vaya devorando lenta, pero inexorablemente, sus ahorros.
El saber popular ya refleja dicha situación con la famosa frase que dice 'si da el cántaro en la piedra, mal para el cántaro; y si la piedra da en el cántaro, mal para el cántaro'. Es decir, siempre pierde el cántaro, el débil. La vida es así.
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