El desconcierto de 'Caritativo'
Incluso a los que sin ser anti taurinos estamos alejados del mundillo del toro, nos resultan familiares algunos nombres de astados lidiados en el Bibio. ' ... Nigeriano' y 'Feminista' fueron los adelantados de una abolición pasajera y polémica del toreo en el coso gijonés. Aunque hemos olvidado o, más bien, nunca hemos conocido la supuesta bravura de esta pareja de cornúpetas, nos queda su nombre, que la verdad, se las trae. 'Caritativo', el toro indultado esta semana por El Juli se suma a esta lista. Por lo que leemos, es el primer toro absuelto de la pena capital en los 135 años de historia del Bibio. En el nombre lleva la nobleza y la generosidad que le hicieron digno de tan alto como escaso privilegio.
Un locuaz taurino me comentaba hace algún tiempo que el mayor orgullo del toro de lidia es morir en la plaza. Para ello lo educan y preparan desde el tiempo en el que, como diría el poeta, «corre feliz el choto por el prado». Yo le replicaba que eso era tan imposible como que el animal no se estrese y sufra en la plaza. Para sentir esa vanagloria de la muerte en la plaza, el toro necesitaría, primero tener el sentimiento de orgullo y segundo, conocer o intuir la idea de la muerte. Si el toro supiese todo esto, no estaríamos hablando de un cuadrúpedo, sino de un bípedo inteligente, por lo que la corrida no sería, como defienden los abolicionistas, una tortura al animal sino un asesinato con alevosía. Por cierto, en esta polémica gijonesa sobre los toros en Gijón, me han parecido muy prudentes y dignas de elogio las declaraciones de Carmen Moriyón. En resumen, el toreo es legal; habrá toros en Gijón mientras haya afición y, respecto al tuit de Barbón sobre el sufrimiento, en vez de decirle «Manolete, si no sabes torear por qué te metes» contestó que estaba totalmente de acuerdo con el presidente asturiano.
Volviendo a 'Caritativo', si nos pudiésemos poner en su piel, estaríamos desconcertados. Primero nos pican, nos clavan banderillas, nos hacen dar vueltas hasta la agonía detrás de un capote y luego, nos miman, nos curan con antibióticos y nos envían a verdes praderas en donde nos espera la dicha de un paraíso real y en el más acá, acompañado de cuarenta huríes vacunas. 'Caritativo' olvidará la faena, y será el toro más feliz y envidiado de la campiña salmantina.
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