El Ayuntamiento solo destinó a inversión el 7% de su presupuesto el año pasado

De cada cien euros que se gastó el Ayuntamiento el año pasado, menos de 7 (6,6) fueron a nuevos equipamientos o infraestructuras. El dato, extraído de la Cuenta General del ejercicio, aprobada ayer por unanimidad de los cinco grupos, supone un sensible retroceso frente al ejercicio anterior cuando el peso de las inversiones superó el 10,3% del gasto reconocido. En concreto, el Ayuntamiento destinó 13,7 millones a inversiones el año pasado, frente a los más de 19 del ejercicio anterior. Cierto es que también gastó menos en 2015 que en 2014: 205 frente a 210,7 millones de euros. Los números hablan solos. Al Consistorio cada vez le cuesta más gastar. La caída del peso de las inversiones -dejando de lado 2013, donde se contabilizó como si lo fuese el pago del crédito sindicado de Cinturón Verde por 33 millones de euros- es constante y sostenida en los últimos años. No es casualidad que el desplome se inicie con la caída de los ingresos derivados de la burbuja inmobiliaria. Aún en 2008, se presupuestaron 46 millones y en 2009, más de 56. Un espejismo, fruto de los dos 'Planes E', de estímulo económico del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y del 'Plan A', la copia en pequeñito del Principado. En 2010, el presupuesto para nuevas obras ya era de tan solo 23 millones y la ejecución más baja aún.

Los miles de folios de la contabilidad municipal, con datos como estos, se expondrán ahora al escrutinio de la ciudadanía durante 15 días de información pública. No esperen colas como las que hay esta semana para arreglar papeleo en las becas de comedor escolar. El expediente es de los duros y, además, eso de que la contabilidad debe reflejar la 'imagen fiel' de la situación económica y patrimonial del Ayuntamiento no está exenta de incertidumbres.

Villa Magdalena

La memoria recoge también las posibles contingencias para el Ayuntamiento por los litigios pendientes. Los técnicos se remiten, para calcularlas, a un informe de Abogacía Consistorial de 18 de abril en el que, con minuciosidad, se relacionan los pleitos en curso en materia de responsabilidad patrimonial en los juzgados de lo Social, donde el Ayuntamiento acabó pagando 1,8 millones de euros por diferencias salariales a los trabajadores del Plan de Empleo, más otros cerca de 800.000 en indemnizaciones por despido.

Hace capítulo aparte para las expropiaciones, repasa las de Rodríguez Cabezas III, la de Loma del Canto o la de Villa Magdalena, en la que recordaba que «la diferencia entre lo que pide la litigante (Comamsa) en casación y el justiprecio fijado por el Tribunal Superior de Justicia ascendía a 40.385.223,22». No obstante no se hacen consignaciones para este tipo de litigios porque, explican los técnicos de Contabilidad, «aunque generan gasto presupuestario, no generan gasto contable». O lo que es lo mismo, aunque haya que pagar lo que sea el activo municipal se incrementa en la misma medida. Así que cuando casi un mes más tarde, el 11 de mayo, el Supremo trajo la mala nueva, solo cupo hacer una nota a la Cuenta General, la número 28, para decir que «no se puede valorar con la suficiente fiabilidad la obligación contraída por el Ayuntamiento de Oviedo», pero que, dados los parámetros del fallo, «evidentemente el impacto económico sobre las cuentas municipales de 2016 va a ser indudable». Claro que eso no es cosa de Contabilidad, sino de la Oficina Presupuestaria.

Prórroga

Pero eso es el futuro. La Cuenta General no explica el retroceso del peso de las inversiones, porque eso no es cuestión de números sino de política. Los meses perdidos para cerrar el pacto presupuestario entre el PP e IU impidieron aprobar el presupuesto del año pasado hasta abril. El cambio de gobierno hizo el resto. Algunos proyectos en marcha se revisaron, otros se modificaron y otros, como el puente de La Florida, virtualmente acabado, se enredaron en interminables y extraños trámites administrativos. Así no hay quien gaste.

Como no hay mal que por bien no venga, lo que no se gasta se ahorra. El remanente de tesorería para gastos generales batió un nuevo récord: dejó más de 33 millones de euros para incorporaron como créditos al actual presupuesto en un expediente que, como adelantó este diario, preveía nuevas inversiones por 17 millones de euros y que ha sido paralizado tras la sentencia de Villa Magdalena.

Todo se nota en el arqueo. En el balance de caja al cierre del año, al Ayuntamiento le faltaban apenas 170 euros para tener 40 millones en los bancos, seis más que un año antes. Conviene ahorrar porque «del informe de Abogacía Consistorial se deduce una eventual responsabilidad subsidiaria del Ayuntamiento que se valora en 3.243.557,92 euros más intereses» por la expropiación de Loma del Canto. Lo de 'los palacios', con 96 millones en juego y sentencia inminente, preocupa menos: «Es recurrible en apelación».