La Estación del Norte, en Oviedo, se prepara para estar a la altura del AVE

¿Cómo? La intervención actuará sobre la fachada actual, con un nuevo espacio público, conectado con el vestíbulo principal y el desarrollo urbano de la Losa superior. De esta forma «se ordenan y 'limpian' los espacios interiores que ya existen, dotándolos de nuevas funciones, acompañando al viajero en su partida y facilitando la llegada y salida de la ciudad». Asimismo, se mejorarán los accesos a los andenes y se les dotará de luz natural, como a la playa de vías.

Las obras están diseñadas en torno a tres ejes fundamentales sobre los que la estación tiene una enorme influencia, bien sea por su ubicación, su significado o sus necesidades ferroviarias, continúa el administrador. El primero, el urbano, con todas sus connotaciones de espacio público. Para ello se dispondrá de una plaza que conectará con la estación y las escaleras de acceso directo a la gran plaza superior; se ordenarán los reservados a los vehículos de acceso a de viajeros de salidas, y se reordenará la plaza, «primando su uso por el peatón y la oportunidad de reconocer la fachada de la estación», y reduciendo los vehículos. La intervención servirá para liberar espacio para el peatón en la fachada histórica «y contar con una antesala al edificio».

La continuación de este eje urbano será la Losa superior. Eso sí, anuncian las mismas fuentes, la forma en la que se acceda a la Losa y la configuración de la bolsa de taxis y paradas de autobuses en esta cota «se coordinará con el Ayuntamiento con el fin de establecer la manera de ordenar el tráfico rodado y las zonas peatonales adyacentes, haciendo posible la convivencia de la infraestructura ferroviaria con el concepto de espacio público que engrandece la estación».

En segundo lugar, el vestíbulo del edificio histórico se liberará de usos y elementos que lo compartimentan para incrementar su capacidad de estancia y espera de viajeros. También se potenciará la especialización de las circulaciones, diferenciando entre Cercanías de ancho ibérico y el resto de los servicios de media y larga distancia y alta velocidad -la Estación del Norte ofrece también servicios de Cercanías y Media Distancia en ancho métrico-.

Por otra parte, y para potenciar su relación espacial con la pasarela de la entreplanta superior, esta se transformará en un gran espacio de relación de planta libre y centralizada, que actuará a modo de distribuidor para una comunicación multimodal de los servicios de Cercanías y los modos de transporte urbano que se ubiquen sobre la Losa.

Por último, la modernización buscará reforzar la experiencia del viajero en el interior de la estación, por lo que se pondrá en valor la infraestructura de la Losa -de entramado estructural de módulos y nervios cruzados- mediante la realización de aperturas para la entrada de la luz y la ventilación natural a los andenes, así como para los nuevos espacios comunes en la entreplanta de la pasarela sobre las vías.

El objetivo es que la evolución de la Estación del Norte acompañe «a la que experimenta el transporte ferroviario en Asturias, con la llegada de la alta velocidad y la consolidación del proceso de liberalización, que conlleva incremento de tráfico y viajeros y más multimodalidad». Y todo ello teniendo en cuenta que la estación se ha ido ampliando a lo largo del tiempo con distintas actuaciones como la losa de cubrimiento de vías, la membrana en forma de arco sobre los accesos superiores y la pasarela sobre vías en la entreplanta superior, y que han dado como resultado la convivencia de distintos usos con el paso del tiempo.

En este momento, las obras que se proponen tanto en la estación como en su entorno buscan la puesta «en valor el edificio, la pasarela y la Losa actual, ordenando y recuperando para el viajero los espacios que han ido ocupándose con el tiempo».

Mínimo impacto

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias es consciente de los retos. Uno de los principales, «recibir y distribuir de un modo claro y directo el previsible flujo creciente de viajeros hacia los diferentes usos ferroviarios, orientando las circulaciones hacia y desde los andenes, mientras se respeta la infraestructura». Otro, que se trata de una estación en funcionamiento, por lo que la máxima de la obra será minimizar el impacto en la explotación ferroviaria con el fin de garantizar la continuidad de los servicios al viajero «desde el respeto al patrimonio arquitectónico y de ingeniería que nos precede».