Dos hombres armados roban 80.000 euros en un banco de Colloto tras atar a los empleados

80.000 euros. Esa fue la cantidad que, según ha podido saber este periódico, robaron dos hombres encapuchados -uno de ellos vestía una gabardina- y a punta de pistola en una sucursal bancaria de la calle Luis Suárez Ximielga de Colloto. Los atracadores esperaron, a primera hora de la mañana, la llegada de los dos trabajadores encargados de abrir la oficina, y tras encañonarles accedieron al interior, donde los ataron con bridas antes de huir con el suculento botín.

Sucedió a plena luz del día, a las ocho de la mañana, cuando la mayoría de los comercios de los alrededores aún no había abierto; y los pocos negocios que ya lo habían hecho no se percataron de lo ocurrido, según relataron sus responsables.

La Policía Nacional, que se ha hecho cargo del caso, trabaja para identificar y localizar a los sospechosos, que al ir embozados, a priori, resultan «irreconocibles». También investiga si el «arma de fuego» que portaban era «real o simulada».

«Por motivos técnicos la oficina permanece cerrada», se leía en un cartel a la entrada de la oficina bancaria, cuyos trabajadores declinaron realizar declaraciones. Fuentes de la entidad, no obstante, confirmaron que las víctimas del atraco «están bien».

Llovía ayer sobre mojado para los habitantes de Colloto, que están hartos de los continuos sucesos en la localidad y reclaman más vigilancia. «Pueden entrar en mi casa también. La Policía viene, pero estamos solos», lamentó poco después del suceso Visitación Arango. La portavoz de la Plataforma por la Seguridad en Colloto, Nuria Cuartas, fue más allá: «Vamos a acabar con una desgracia. Les da igual la hora, todo el mundo tiene miedo. Si roban 80.000 euros en un banco, con todas las medidas de seguridad que hay, ¿qué no harán en un comercio pequeño?».

La sospecha, señaló Cuartas, es que «tiene que ser gente profesional». Los indicios están ahí: la meticulosidad, el momento y lo abultado del botín, pues tras un día festivo muchos negocios habían ingresado allí sus ganancias.

La portavoz de la plataforma insistió en la necesidad de recuperar la Policía de Proximidad. «Estamos cada dos por tres igual, un día un coche quemado en Roces, otro día un atraco... El año pasado nos movilizamos muchísimo» reclamando seguridad, dijo.

También hay malestar en las tiendas. «Iremos cayendo todos», vaticinó Ana Belén Gallego tras el mostrador de un kiosco a escasos metros de la sucursal. Está, continuó, «bastante preocupada, a ver si toman medidas de una vez».

«Llegué a las ocho menos diez, pero no noté nada. Después vino la Policía a pedir las grabaciones de las cámaras. Aquí ya robaron dos veces, pero fuimos a juicio y salieron absueltos. Los dueños de negocios de estamos asustados y preocupados», expuso la trabajadora de un bar.

De parecida opinión es otra empleada de hostelería de las inmediaciones: «Estamos alucinando, de repente ahora todo seguido», robo tras robo, lamentó. Reclamó que la Policía vaya más. «Vienes de madrugada, a las cinco a abrir, estás sola». Consideró que los atracadores son profesionales: «Estudian y cuando ven la ocasión, aprovechan».

Según fuentes de la Policía Nacional, el suceso de ayer «en principio no está relacionado» con el atraco de anteayer a una sucursal de Lugones. Tampoco con el ocurrido el pasado marzo en el Camino Real de Colloto en otra sucursal. Los agentes continúan buscando a los autores de todos ellos.