El plan especial transforma en pisos las fachadas a Paraíso y El Postigo

«La Fábrica de Gas es una muestra dispar y completa de la arquitectura asturiana de los últimos 100 años», según la define el arquitecto César Portela, redactor para EdP del vigente plan especial para aprovechar el conjunto. Un plan, encargado por la propiedad poco después de que, en 2009, el Consejo de Patrimonio confirmase la caducidad del expediente de declaración del conjunto como Bien de Interés Cultural que había aprobado el mismo organismo siete años antes. Nunca hubo una explicación de las razones por las que el organismo incumplió su obligación de tramitar el expediente de protección del recinto, arrancado entre aplausos y tras numerosas movilizaciones por el colectivo Gas Ciudad.

Decaído este primer intento, el de ayer, tampoco prosperó. La protección actual se limita a algunos elementos: el gasómetro, la chimenea, el depósito elevado, el conjunto de hornos y escaleras y la marquesina y, parcialmente, la fachada de la calle Paraíso o de la nave de la Popular Ovetense. El resto quedaría ordenado por el plan de Portela, que prevé demoler prácticamente todas las fachadas interiores para generar más metros para los usos residenciales y terciarios previstos.

En el recinto hay obras de Patricio Bolumburu, Francisco Casariego, García-Lomas, Vaquero Palacios, Joaquín Cores o Ildefonso Sánchez del Río. También guarda las arcadas de los edificios porticados que había en la plaza de la Catedral hasta hace un centenar de años. Con el fin de generar el suelo para el centenar de viviendas previstas, el plan transforma en residencial el edificio de Vaquero Palacios de la calle Paraíso, demoliendo su parte posterior y reconstruyéndola, ampliada, sobre pórticos. Una operación similar se haría sobre el edificio de la nave de la Popular Ovetense, que sería rehecho con cuatro y tres alturas, integrando la nave en el bloque de viviendas. El Consistorio ganará también dos inmuebles para oficinas por un procedimiento similar: derruir fachadas posteriores y levantarlas de nuevo sobre pórticos.