La ruina de Loza de San Claudio amenaza las vías del ferrocarril a su paso por Rivero

En el cambio de año, Feve se vio obligada a cancelar 151 circulaciones en una semana por las heladas matinales. En agosto pasado, la compañía suprimió cien frecuencias por averías y fallos en el aire acondicionado. Más cerca, más a mano, la ruina de la fábrica de Loza de San Claudio amenaza las vías que unen Oviedo con Trubia y, más allá, con El Ferrol. El problema más inmediato se localiza en el cierre norte de la factoría en Rivero, donde «recientemente se ha producido la caída o desplome de un paño de fábrica de ladrillo de la fachada norte de las edificaciones sobre el espacio de la vía férrea», alertan los técnicos municipales, «suponiendo un gravísimo peligro que se deberá eliminar de inmediato, asegurando el resto de paño de fachada colindante o demoliéndolo», urgen en un informe al que ha tenido acceso este diario. Pero la propiedad no está por la labor. Los administradores concursales, a los que el Ayuntamiento comunicó lo peligroso de la situación y la necesidad de actuar con premura, señalan que «las circunstancias de la empresa en concurso, en fase de liquidación y con su escasa tesorería afectada por derechos preferentes de otros acreedores» impiden a esta hacerse cargo de los trabajos para asegurar el cierre.

Eso sí, no se oponen a que la administración asuma las tareas de forma subsidiaria, pese a las escasas esperanzas de recuperar su coste: «El crédito que de ello resulte a favor del Ayuntamiento se reconocerá en el concurso con la calificación que corresponda de acuerdo con la Ley Concursal».

Por fortuna, las obras no van a arruinar a las arcas municipales. El presupuesto de los trabajos asciende a poco más de 4.375 euros. Eso es lo que estiman los técnicos que costará la retirada del material caído, que se depositará en el interior de la propia fábrica; la consolidación de la solera de la nave; la demolición completa del paño de fachada colindante con las vías que se encuentra en peor estado; y finalmente el cierre de dicho espacio con chapa ciega metálica de dos metros de altura y sujeta a pies metálicos anclados al suelo.

Aunque los trabajos sean de escasa entidad, los técnicos advierten de que no existe otro acceso a la zona del tajo que no sea «a través del espacio de la propia vía férrea», lo que imposibilita utilizar casi cualquier maquinaria y cualquier medio de transporte para retirar los elementos que «no sea el manual».

Para trabajar sobre la plataforma ferroviaria deberá contarse, añaden, con la aquiescencia de los organismos responsables, en este caso Adif y la propia compañía ferroviaria.

El tramo amenazado por la ruina de la fábrica es peligroso de por sí: es justo el final del apartadero de la estación de Rivero. Un lugar donde se han producido varios accidentes ferroviarios en los últimos años. El más reciente, en 2014, cuando un mercancías descarriló a su paso por San Claudio y mantuvo cortada la vía entre Oviedo y Trubia durante 19 horas. El más grave ocurrió el 12 de enero de 2012, cuando un tren regional que cubría el trayecto entre Ferrol y Oviedo rebasó indebidamente un semáforo y chocó con el convoy de cercanías entre Oviedo y Trubia. Hubo 21 personas heridas, ocho de las cuales acabaron en el Hospital.