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El bollo más sidrero
Tradiciones. Los ovetenses vuelven a tomar el Campo, como escenario principal, para celebrar el día grande de San Mateo
ROSALÍA AGUDÍN
Jueves, 22 de septiembre 2022, 01:51
Fue el día perfecto, el tiempo acompañó alcanzando los 23 grados y los ovetenses no lo dudaron: tomaron el Campo San Francisco para disfrutar del día grande con la degustación del bollo, este año regado por sidra, un guiño a la candidatura de la Unesco. La Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) repartió en la plaza de España 2.500 bollos y sus consiguientes botellas de sidra etiquetadas para la ocasión; y las panaderías registraron largas colas desde las primeras horas del día.
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Si antes de la pandemia, otros escenarios de la ciudad, como el Pura Tomás, ganaron protagonismo en este día, ayer el Campo volvió a concentrar la fiesta. Numerosas familias recuperaron la tradición de reunirse sobre sus zonas verdes y paseos. Algunos, incluso, acudieron mucho antes de la comida para coger sitio. Fue el caso Emi Rivas.
Cada San Mateo desde hace más de cuatro décadas, exceptuando los dos últimos años, las cuatro hermanas Rivas y sus respectivos maridos hacen un 'hermanamiento' entre ovetenses, gijoneses y leoneses en su esquina preferida del Campo. «Siempre estamos al lado del paseo del Bombé; este año llegué yo la primera para coger sitio», decía Emi mientras bollo en mano.
María Isabel Vélez es venezolana. Emigró hace tres años a Oviedo y sus primeras fiestas mateínas no pudo vivirlas al máximo porque «no conocía las tradiciones de la ciudad». Esta edición ha podido hacerlo. Ayer, bien temprano y junto a los ecuatorianos Carlos y Jaime Jaramillo, acudió a la plaza de España para recoger el bollo que degustaron en el paseo de la Herradura. No faltó la botella de sidra. Estos amigos puntuaron los manjares con muy buena nota. «Está todo rico», señalaron para después explicar que tienen como costumbre realizar una cata de todos los bollos que se reparten a lo largo del concejo: «Después colgamos el resultado en internet para que nuestras familias conozcan las tradiciones de aquí».
Los pequeños Carlos, de ocho meses, y Daniel, de cuatro, también se estrenaron ayer. Sus familias los llevaron al Campo para «recuperar la tradición de juntarnos todos haciendo un picnic», detalló la madre del primero, Carmen Albalá. Sobre las dos de la tarde desplegaron el mantel al lado del Bombé. Era el momento de hacer un «brindis especial» por el más pequeño de la familia. «Cada año nos juntamos todos para disfrutar este día; en algunas ocasiones lo celebramos en el Pura Tomás; el año pasado lo hicimos en casa por culpa de la pandemia, y ahora hemos vuelto al Campo San Francisco». Al bollo, la empanada y la tortilla de patata añadieron «un helado de Diego Verdú del Bombé». Otra de las tradiciones del día.
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La sidra fue la gran protagonista de la jornada. Por primera vez, la SOF repartió esta bebida en apoyo a la cultura sidrera, algo que gustó a muchos. Si bien, hubo quien no quiso renegar del vino. Con él brindaron la pareja formada por Roberto Pravia y Marifé Suárez que estuvieron acompañados con su perro 'Lucas'. Todos ellos ataviados con complementos especiales para la ocasión: el sombrero de las fiestas mateínas para ellos y el característico pañuelo azul de las fiestas sobre el can. «Estamos acostumbrados a comer el bollo en el Campo y hoy da gusto con este día prestoso», señalaron ambos a la espera de que otros miembros de la familia les acompañasen.
Equipados con mesa
La familia Lorenzana-Villanueva y Martínez se reúne desde hace más de cincuenta años en el Campo para disfrutar del día grande de las fiestas en el Campo. Lo hacen sobre una mesa que llevaron hasta el paseo del Bombé y muy cerca de allí el matrimonio ovetense formado por María Jesús Rodrigo y Tomás Álvarez destacaron que el Campo es el «lugar ideal e idóneo para comer el bollo».
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Ayer, el Campo y la sidra fueron un binomio perfecto.
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