El jurado, los abogados y el fiscal tuvieron que subir al estrado y situarse tras la mesa del tribunal para ver la cinta en un ordenador de la Policía Judicial, al no funcionar los medios de la sala. C. P.

Una imagen de la escasez de medios de la Justicia asturiana

El magistrado Javier Domínguez Begega suspende un juicio al constatar la escasez de medios

Miércoles, 6 de junio 2018, 03:50

La tercera jornada del juicio por el asesinato de Karla Pérez también dejó una imagen que nada tiene que ver con este proceso judicial pero que sí reflejó la falta de medios y de personal en la administración de Justicia asturiana. La sesión de ayer se tuvo que suspender en dos ocasiones, con un receso de 45 minutos y otro de diez, debido a que el reproductor de vídeo instalado en la sala de la Sección Tercera de la Audiencia Nacional no funcionaba.

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La incidencia se produjo a la hora de visionar las imágenes en las que se registra la llegada de la víctima, su presunto agresor y el hijo de ambos al lugar donde apareció el cadáver de Karla Pérez, la noche del 10 de julio de 2016, y la salida del presunto agresor del lugar de los hechos, solo con el bebé.

El magistrado de la sala, Javier Domínguez Begega, hizo visible su molestia. Se lamentó de la escasez de medios y no dudó en compartir su queja en Sala. «Los medios de la Justicia son los que son, en este caso más bien pocos y hoy no funcionan los equipos para poder reproducir una serie de grabaciones, algo que es bastante habitual y que ustedes deben saber», señaló.

Las imágenes eran claves para el desarrollo del proceso judicial. «En otros lugares tienen más suerte y el técnico se encuentra cerca pero aquí ni siquiera está en el Palacio de Justicia así que tenemos que esperar a que venga», explicó. «Si no viene y hay que suprimir la prueba alguien tendrá que asumir la responsabilidad», aseveró.

Hasta en cuatro ocasiones se llamó al técnico informático del Principado de Asturias. La primera sobre las diez y cuarto de la mañana pero no llegó hasta la una del mediodía. El reproductor seguía sin funcionar mientras abogados, Fiscalía, miembros del jurado y el propio procesado esperaban la solución. Esta llegó de la forma menos esperada. Un agente de la Policía Judicial, tras comprobar que en su ordenador se veía correctamente el CD con las imágenes, optó por subir a la sala de vistas la torre del ordenador de su propia oficina. La escena no pudo ser más rocambolesca.

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Para poder visionar las imágenes el fiscal, la abogada del Estado, las acusaciones, la defensa y los nueve miembros del jurado más sus dos suplentes tuvieron que colocarse tras la mesa del Tribunal para poder contemplarlas en la pequeña pantalla del ordenador ante la imposibilidad de conectarlo con la de visionado, un monitor del tamaño de una televisión. Tras ver los fotogramas, el propio magistrado pidió perdón. «Como nadie se va a disculpar por esta situación me disculpo yo», se lamentó.

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