«La lucha contra las deslocalizaciones es una cuestión patriótica para nosotras»

Veinticuatro horas después de la votación definitiva, aún se le dibujaba una sonrisa en la cara. «Es que ayer fue un día muy feliz, nos escribió mucha gente emocionada porque llevábamos mucho tiempo esperando esto, es una victoria colectiva», relata Sofía Castañon (Gijón, 1983), la diputada de Unidas Podemos por Asturias.

-¿Tanta prisa para ahora esperar una semana para conocer el Gobierno?

-No es una decisión que dependa de nosotras pero merece la pena.

-¿No hay miedo tras situar tan alta la expectativa?

-Ninguno. No tenemos miedo a gobernar. Eso sí, vértigo todo, porque es una responsabilidad. Nos toca revertir una década de recortes de servicios públicos y libertades. No va a ser fácil, pero nada ha sido fácil en esta historia. Hemos venido a pelearlo y ahora podremos hacerlo con recursos. Habrá que hacerlo con muchísima honestidad y con mucha pedagogía porque va a tocar explicar qué se puede hacer y qué no se puede.

-De momento los empresarios asturianos ya se han mostrado «preocupados».

-A mí lo que me preocupa es que Fade debería de estar haciendo algo por las empresas en Asturias en vez de disuadirlas de generar negocio en la región. Tendría que centrarse más en reconocer las virtudes que tenemos para desarrollar nuestro tejido empresarial y alegrarse porque las condiciones de las trabajadoras sean buenas. Nunca funciona cuando son de miseria. Hay gente que ha sacado adelante a sus familias y que ha intentado sacar adelante a Asturias y al resto del Estado, igual Fade se tiene que esforzar también un poco.

-Quién les ha visto y quién les ve. En campaña lo de una coalición con el PSOE parecía imposible.

-También creo que ahora nos hemos encontrado un hemiciclo que no podemos obviar. Una mayoría como la que vimos el martes en votos evidencia que, desde posiciones políticas distintas, estamos dispuestos a hacer política y sacar adelante un gobierno, en este caso con el PSOE. Es una cuestión de responsabilidad y de altura de miras.

-Aunque en el Principado, PSOE y Podemos siguen sin entenderse.

-Quiero pensar que el trabajo que vamos a desarrollar en el Gobierno pueda ser ejemplar para otros territorios, como Asturias. Cuando las propuestas son para mejorar la vida de la gente nosotras vamos a estar ahí a favor de obra.

-¿Va a ser una legislatura marcada por el tono bronco?

-En el Parlamento se pueden tener las ideas que se quieran dentro del marco de los Derechos Humanos, pero con la obligación de hablar y hacer política. PP, Cs y Vox no parece que tengan esa intención.

-Algunos portavoces han dicho que es un Gobierno ilegítimo.

-Es peligroso porque se traslada una mentira a la ciudadanía. Creo que no deberíamos de poner en cuestión nuestra democracia con falsedades. No todo es un juego retórico y hay cosas que suponen un daño al conjunto de la sociedad. Si no les gusta el resultado que se aguanten, a mí tampoco me gustó tener a Rajoy y el partido más corrupto de Europa en el Gobierno secuestrándonos el poder legislativo. Pero no dijimos que fuera ilegítimo. Yo les pido que paren ya.

-El diputado de Foro sí enumeró muchas propuestas concretas pero no parece que tuvieran mucho eco. Muchos dicen que Asturias sale perjudicada.

-Si la preocupación de Martínez Oblanca fuera de verdad, en lugar de plegarse a lo que decía el Partido Popular, podría haberse sentado a negociar. Que diga ahora que el acuerdo no beneficia a Asturias es tener una mirada muy reduccionista y no comprender que hay algunos problemas que son comunes.

-En lo relativo al peaje del Huerna (que él cito), también están de acuerdo ustedes, el Gobierno regional, y lo mencionó Adriana Lastra, ¿qué falta para abordarlo?

-Hemos dicho y vamos a seguir diciendo que ese peaje es claramente injusto, y nuestra acción va a ir en esa clave. No obstante, el liderazgo corresponde a Fomento, que es un área del PSOE, y estamos a la espera de lo que quiera hacer.

-Pues sobre esa cartera se agolpan muchos problemas que ustedes ya demandaron en campaña.

-Es que no solo necesitamos maneras eficientes, justas y sostenibles para entrar y salir de Asturias, también para movernos dentro de la región. Necesitamos un ferrocarril que vertebre nuestro territorio. Por ejemplo, yo tardo dos horas de Gijón a Infiesto, no tiene sentido. Eso también es una urgencia y lo pondremos sobre la mesa.

-Se habla mucho de un punto que figura en su acuerdo -la creación del Instituto de Transición Ecológica- como si fuera a ser el 'remedio de todos los males'.

-Ninguna medida suelta puede solucionar los problemas de nuestra región. Son muchos años de recortes en servicios públicos y negligencia absoluta respecto a nuestra política industrial y económica. Pero que se asuma una responsabilidad con las cuencas mineras es de absoluta urgencia. Como también que se entienda que la transición, además de ecológica, tiene que ser justa. Ese trabajo tocaba haberlo acometido ya cuando yo era una niña en los años 90 y hubo fondos para hacerlo. No se hizo y toca ahora.

-¿Y contra la despoblación?

-Tenemos pensado desarrollar políticas que reformulen el modelo productivo tanto de nuestros derechos laborales como nuestro modelo social y reproductivo. Sin todo esto es difícil que Asturias pueda recuperar el talento emigrado. Necesitamos motivos para que la gente se pueda quedar y también políticas para que puedan hacerlo.

-Pero, si en su mano estuviera, ¿cual sería la primera medida que aprobaría, pensando en Asturias?

-Todo aquello que tenga que ver con una lucha decidida contra las deslocalizaciones. Tenemos que releer y aplicar con firmeza ese artículo 128 de la Constitución. No solo la parte de que la riqueza del Estado tiene que estar subordinada al interés popular, sino también lo de que nuestros sectores estratégicos deben de estar protegidos. No podemos seguir viviendo situaciones como la de Alcoa o Vesuvius. La lucha contra las deslocalizaciones es una cuestión patriótica. Es una vergüenza que atenta contra nuestros derechos democráticos que más de 100 personas se queden en la calle porque una empresa con beneficios quiera, y más en sectores estratégicos y que pertenecían al Estado.

-Y todo esto, ¿en cuatro años?

-El acuerdo es ambicioso pero también realista. Tenemos alta capacidad de trabajo, vamos a hacer todo lo posible y dejarnos la piel.