«Es un orgullo y una responsabilidad grande»

La oficialidad de la incorporación del nuevo técnico se produce una semana después de que José Ángel Ziganda se despidiera del club azul tras dos temporadas y media al frente del equipo. La entidad oviedista decidió el pasado martes que Bolo sería el encargado de sentarse en el banquillo del Carlos Tartiere la próxima temporada, descartando la opción de Julio Velázquez, que estaba encima de la mesa a propuesta del director deportivo, Tito Blanco. El visto bueno por parte de Arturo Elías dio paso entonces a la negociación de los 'flecos' pendientes en el acuerdo que ya se había comenzado a fraguar con el que fuera entrenador de la Ponferradina en las cuatro últimas campañas.

Bolo llegó en la mañana de ayer a las oficinas del Carlos Tartiere. Lo hizo acompañado del que será su segundo entrenador, Pablo Lago. Allí se reunió con el director deportivo y también con Federico González, representante del Grupo Carso en el club, y con el gerente, David Alonso Mata, con los que posteriormente almorzó.

En palabras a los medios oficiales del club, el técnico vasco realizó la declaración de intenciones de lo que es su objetivo al frente del conjunto carbayón y aludió a la importancia del reto que afronta. El exentrenador de la Ponferradina en las cuatro últimas temporadas aseguró que su incorporación al conjunto ovetense le produce «una ilusión enorme», recordó sobre el césped del estadio Carlos que «he tenido la suerte de pisarlo como jugador profesional y como míster en el banquillo visitante» y afirmó, en uno de los banquillos, que ahora para él es «un orgullo y una responsabilidad muy grande el poder estar aquí sentado».

Su promesa a los aficionados es luchar para se sientan identificados con el equipo y para ello prometió que «vamos a ser valientes e intentar desde el primer día que estén orgullosos de nuestro trabajo», algo que en caso de lograrse sería «el mayor logro».

En cuanto a otros objetivos en la clasificación y el rendimiento del equipo, hizo hincapié en que «luego el fútbol es muy peculiar y se depende de resultados», pero insistió en el objetivo de «dar ese primer paso de que nuestra gente esté orgullosa de lo que hacemos en el campo, en el día a día y nuestra relación con ellos para nosotros va a ser importante».

Tal y como informó ayer EL COMERCIO, el nuevo técnico del conjunto azul llega acompañado de tres ayudantes para su nueva etapa en el equipo carbayón. Se trata del asturiano Pablo Lago, que realizará las funciones de segundo entrenador, tal como venía haciendo las dos últimas temporadas en la Ponferradina.

También se incorporará al cuerpo técnico del equipo oviedista el preparador físico Pablo Santis Mandiola, que trabajaba con Bolo en la Ponferradina, al que llegó procedente del Watford inglés, en el que era ayudante de Quique Sánchez Flores. Sustituirá a Alberto Martínez, que ocupaba ese puesto en el equipo y se sumará al Huesca junto a José Ángel Ziganda.

El último de los colaboradores que aterrizan con Bolo es Asier Díaz Bonilla, que realizará funciones de analista en el equipo. Está por definir el resto de los colaboradores que tendrá, pero todo apunta a que seguirá contando con Sergio Segura como entrenador de porteros.

Bolo se formó como jugador en la cantera del Athletic y posteriormente jugó en Osasuna, Hércules, Rayo Vallecano, Gimnástic de Tarragona, Numancia y Barakaldo. En este último club dio el paso a la parcela deportiva y posteriormente se hizo cargo del banquillo del Arenas de Guetxo. Con ese conjunto logró el ascenso de Tercera División a Segunda B. Permaneció cuatro temporadas al frente antes de su incorporación a la Ponferradina. Logró el ascenso a Segunda y completó otras cuatro temporadas en el banquillo, la más exitosa la última.

El nuevo entrenador será presentado oficialmente ante los medios de comunicación hoy, a las doce de la mañana, en la sala de prensa del estadio Carlos Tartiere.