Ruta a los dólmenes del Monte Areo

Esta semana en De Montaña por Asturias te proponemos esta sencilla ruta hasta la necrópolis que podrás encontrar en la planicie del Monte Areo y desde donde también podrás acceder al vértice geodésico del techo de Carreño. Una sencilla ruta perfecta para toda la familia e incluso para hacer en bicicleta, ya que en su mayor parte transcurre por pista y carretera sin apenas desnivel, por lo que también es una buena opción para hacer con niños. Aunque eso sí, siempre con cuidado y atentos en los tramos compartidos con coches.

Una de las mayores y más extensas necrópolis de Asturias que está formada por más de 4 km de túmulos de diferentes épocas y modalidades constructivas declaradas Bien de Interés Cultural y a las que hoy te acercamos a través de esta agradable ruta circular de poco menos de 9 km. También podrás recorrerla en coche si lo prefieres aprovechando los distintos tramos de carretera. ¿Nos acompañas?

Iglesia de Santa Eulalia - Mirador de la Peña'l Carro - Necrópolis de los Llanos - Area Recreativa de Monteareo - Necrópolis de San Pablo - Iglesia de Santa Eulalia

La ruta a los Dólmenes del Monte Areo parte desde las cercanías de la Iglesia de Santa Eulalia en el Valle de Carreño, junto a la que encontrarás un amplio parking perfecto para dejar aparcado el coche.

Desde este aparcamiento simplemente tendrás que caminar unos 600 m por el carril peatonal que encontrarás en la carretera CE-6 dirección Tabaza.

Una carretera que acabaremos abandonando por el segundo de los caminos que salen a la izquierda de la carretera y desde el que podremos comenzar en ascenso nuestra caminata en dirección al Monte Areo y a sus dólmenes, siguiendo las señalizaciones de esta ruta.

Un desvío por el que nos adentraremos en otro tramo de carretera asfaltado sin apenas desnivel, por el que entre casas, cuadras y fincas iremos avanzando hasta comenzar a ver las primeras indicaciones al Monte Areo que nos conducirán a un nuevo y evidente tramo de carretera.

Una carretera que poco a poco nos conducirá en ascenso hasta el mirador, pero regalándonos por el camino un verde y bonito paisaje repleto de eucaliptos y praderías.

Con paciencia y disfrutando del camino acabaremos llegando al Mirador de la Peña'l Carro, el cual nos regalará unas amplias vistas al Valle de Carreño.

Un lugar en el que, como su placa informativa indica, emergen varios crestones de cuarcitas. Unos afloramientos de masa rocosa que componen el alma de la sierra y de donde pudieron ser extraídos los bloques pétreos que conforman las paredes de los dólmenes que veremos a lo largo de esta ruta.

Desde este mirador simplemente tendremos que continuar la carretera asfaltada evidente sin desviarnos y las señalizaciones de la ruta que nos llevarán hasta los dólmenes.

El primero de ellos lo encontraremos en medio de una larga recta por la que reconoceremos fácilmente el acceso para visitarlo.

Este primer y pequeño dolmen es conocido como el Dolmen de los Llanos, junto al que encontraremos un cartel informativo y los restos del que fue otro dolmen en su día, también ubicado en la necrópolis de los Llanos.

A continuación continuaremos nuestro trayecto siguiendo la larga pista hasta llegar a un cruce por el que giraremos a la izquierda y siguiendo las indicaciones de la ruta llegaremos hasta el área recreativa de Monteareo, todo a través de un evidente camino de tierra.

Un área recreativa bastante completa y perfecta para hacer un alto en el camino, aunque en esta estación nos encontramos con la hierba bastante alta. Después de hacer ese primer descanso en el área recreativa, es el momento de seguir con nuestra ruta siguiendo las indicaciones y poniendo rumbo a la necrópolis de San Pablo.

Aunque antes podremos visitar el techo de Carreño que encontraremos al lado. Para ello simplemente nos saldremos momentáneamente de la ruta, atravesando una pequeña pradería y accediendo así a su vértice geodésico que encontraremos prácticamente escondido.

Tras acceder a él, toca volver a la ruta a través de un tramo por el que el camino volverá a llevarnos llaneando, para después conducirnos en un suave descenso hasta esta última necrópolis en la que aparecerá ante nosotros un nuevo túmulo y dolmen de San Pablo.

Desde este último dolmen seguiremos la pista en descenso hasta llegar a un nuevo cruce en el cual primeramente tomamos el desvío a la derecha y hacia un cartel informativo en el que nos indica el final de la ruta de los dólmenes.

Así que para volver al punto donde comenzamos la ruta, volveremos sobre nuestros pasos de nuevo hacia el anterior cruce y continuaremos de frente.

Continuando por este tramo de la ruta reconoceremos a los pocos metros una nave grande a nuestra derecha, la cual dejaremos atrás continuando por la pista de tierra evidente hasta llegar a un nuevo cruce en el que nos encontraremos de frente con una zona amplia de invernaderos.

En ese cruce tomaremos el camino de la derecha y seguiremos en descenso hasta llegar a un grupo de casas donde el camino de tierra pasa a convertirse en una cómoda pista asfaltada y donde volveremos a encontrarnos con un último cruce, que tendremos que tomar a mano izquierda y en una curva bastante cerrada que nos dará paso a una pista de asfalto.

Desde aquí simplemente tendremos que continuar en descenso hasta llegar de nuevo a Santa Eulalia.

Primero a una zona de casas y después siguiendo por una carretera evidente que nos llevará de nuevo hasta la Iglesia de Santa Eulalia, donde podremos dar por finalizada nuestra ruta.

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