La alcaldesa de Gijón pide extremar la precaución frente al COVID porque «esto no se ha acabado»

«Este es un buen susto para toda la sociedad», afirmó ayer en un mensaje la alcaldesa de Gijón, Ana González, aludiendo al brote de coronavirus en el Instituto Gerontológico Astur, popularmente conocido como residencia El Carmen. Una intervención que la regidora dedicó a abordar la situación en la residencia. Y es que sus 19 casos confirmados -quince de ellos residentes y cuatro trabajadores- han marcado un antes y un después en la desescalada de la región y han encendido todas las alarmas de las autoridades sanitarias.

En primer lugar, la alcaldesa transmitió su apoyo a los afectados, sus familiares y la plantilla de el centro. Y, después, González advirtió de que esto es «una llamada de atención» e insistió en que «se tiene la sensación de que esto ha acabado y no es así».

Como dato destacable, recordó también que la residencia no había tenido ni un solo positivo durante la época más dura del coronavirus. «Lo habían hecho todo bien y eso les había mantenido sin ningún tipo de contagio. Han seguido haciéndolo bien y, sin embargo, a finales de mayo el virus ha prendido ahí».

Por el momento, se desconoce cuál es el origen del brote. Las autoridades sanitarias están intentando averiguar el cómo y el cuándo de ese foco, pero lo que está claro es que hay posibilidades de contagio. «Tenemos posibilidad de contagiarnos y de contagiar», recalcó Ana González. Por este motivo la alcaldesa volvió a insistir en la necesidad de guardar la distancia de seguridad, llevar puesta la mascarilla y lavarse las manos con frecuencia. «Medidas que nos protegen a nosotros y también a los demás».

También recordó la importancia de evitar aglomeraciones. En especial, en puntos calientes de la ciudad: «No debemos intentar concentrarnos en las playas, ahora que están abiertas, y en los parques, porque es muy importante que no nos contagiemos».

En este sentido, la alcaldesa aludió a la preocupación de los ciudadanos ante la posibilidad de volver a la fase cero de la desescalada, pero aseguró que «no vamos a volver a la fase cero porque no estamos ahí».

Eso sí: añadió que lo ocurrido en la residencia El Carmen demuestra que «hay que extremar las precauciones para que no haya más brotes en la ciudad y poder seguir avanzando y no retroceder», concluyó.

Precisamente extremar la vigilancia y la seguridad son las máximas prioridades en la residencia. Porque en el centro permanecen 74 residentes que dieron negativo en las pruebas de detección del virus. Y cada uno de ellos se encuentra aislado en una habitación.

Otros veintitrés residentes que no dieron positivo en las pruebas PCR pero sí mantuvieron un «contacto estrecho» con los pacientes afectados fueron trasladados al Credine, en Barros (Langreo), donde permanecen en observación. De ellos, cuatro personas tuvieron que ser trasladadas al Hospital Valle del Nalón para recibir asistencia por otras patologías no relacionadas con el coronavirus, confirmó la Consejería de Salud.

Esa fue la única novedad destacada sobre el estado de salud de los residentes de El Carmen durante la jornada del domingo. Al final del día, los 19 afectados por el COVID-19 permanecían estables. De ellos, las quince personas mayores contagiadas siguen ingresadas en el Credine y los hospitales de Cabueñes y Jove. Mientras, los 48 empleados del centro gerontológico permanecen en cuarentena. Entre ellos, los cuatro trabajadores que dieron positivo, que también se encuentran en sus domicilios.

Desde la noche del viernes, personal del Sespa se encarga de prestar asistencia a los residentes que permanecen en el geriátrico gijonés. La Gerencia del centro también ha contratado a nuevo personal para cubrir las necesidades del servicio.