«La epidemia nos está haciendo enfrentar a situaciones desoladoras y terribles, pero saldremos adelante»

Los días en las unidades de cuidados intensivos nunca son fáciles, pero desde que estallara la crisis por el coronavirus se han hecho aún más cuesta arriba. Una cuesta, más bien montaña, que todos los días, a todas horas y en todas las circunstancias afronta con ánimo a prueba de pandemias la doctora Dolores Escudero, jefa de la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y coordinadora regional de Trasplantes.

-¿Cómo es estar en la UCI del HUCA en tiempos de coronavirus?

-Las rutinas de trabajo las hemos cambiado de forma radical. Como nos da miedo contagiarnos y poner en riesgo la atención hemos armado tres equipos de médicos y residentes que trabajamos a turnos y en compartimentos estancos. Así, si alguno se contagia solo habría que poner en cuarentena a ese grupo y los demás podríamos seguir adelante.

-¿Han tenido algún contagio entre el personal?

-Entre los médicos, ninguno.

-¿Van siempre con equipos de protección en la UCI?

-No. El equipo de protección lo utilizamos solo en los boxes de pacientes con coronavirus. Cuando salimos de esa zona no hace falta llevar EPIs ya que el virus no se transmite por el aire sino por contacto al tocar superficies que están contaminadas o por gotas de saliva.

-¿Tienen equipos de protección suficientes?

-Días atrás tuvimos alguna restricción y las gafas y las pantallas de protección facial las estábamos reciclando. Pero afortunadamente hemos tenido muchísimas donaciones particulares y el propio Sespa también consiguió más material.

-¿Cuál es la situación actual en la UCI del HUCA?

-La situación cambia rápidamente. Ahora (ayer, a las 17.15 horas) tenemos 47 personas ingresadas en la UCI por coronavirus. Todavía tenemos margen, ya que además de las 42 camas de la UCI polivalente hay otras 20 de cardíaca y 6 más de la pediátrica. En total, 68 plazas. Además, en caso de necesidad echaríamos mano de las áreas de reanimación. Y no olvidemos que están las UCIs de Avilés y Cabueñes.

-¿Hay riesgo de colapso?

-Somos una de las regiones privilegiadas en cuanto a dotación. Asturias fue la comunidad que más dinero invirtió en sanidad pública en los últimos años y eso en situaciones como esta, se nota. ¿Si hay riesgo de colapso? No lo sé, pero todo lo que estamos haciendo, con esta cuarentena masiva, es un intento para no llegar al colapso. Aquí tenemos margen de crecer, hay muchos espacios que se pueden habilitar y de hecho lo estamos haciendo. El problema es que la llegada de pacientes está siendo muy rápida.

-¿Hay respiradores suficientes?

-Tenemos una buena dotación de respiradores. Bien es cierto que estamos intentando comprar más, pero está complicado.

-¿Emocionalmente, como está usted y todo el equipo de la UCI?

-Tenemos un nivel de adrenalina tan alto que no te da tiempo a caer. El equipo de la UCI al completo, no hablo solo de médicos sino de todos, hasta de las limpiadoras, es maravilloso y se está portando fenomenal. Emocionalmente los veo bien, los veo fuertes. Eso sí, cuando todo acabe nos va a pasar factura, ya que estamos afrontando situaciones desoladoras y terribles.

-¿Esta pandemia es lo más duro que le ha tocado vivir?

-Es lo más duro a lo que me enfrenté como profesional. No obstante, creo dejará unas enseñanzas importantes porque nos ha expuesto con crudeza cuán frágiles somos los seres humanos.

-¿Algún consejo para no bajonearse más de la cuenta?

-Los filósofos estoicos decían que lo importante no es lo que te pasa en la vida sino cómo te enfrentas a ello. La vida nos dará muchas hostias, lo importante es cómo las vamos a enfrentar.

-¿Cómo se imagina el día que todo esto acabe?

-No sé si caeré y haré 'plof', pero me veo brindando con el equipo, la familia y los amigos. Comeré torreznos y todo lo que me dé la gana (risas), como las croquetas de mi hermana que están buenísimas. Pero también sé que para llegar a ese día y poder brindar primero lo pasaremos muy mal.