Un estudio asegura que la falta de sueño puede alterar cómo vemos a los demás

Mucho se habla de la alimentación, pero realizar un correcto descanso diariamente empieza a cobrar mucha relevancia en todas las recomendaciones de salud. Si una persona no duerme las horas necesarias, y tiene un sueño reparador, difícilmente va a poder estar activo durante el día, eso por no hablar de la cantidad de efectos negativos que puede tener en su salud y en otros aspectos.

Un estudio de la Universidad de Uppsala en Suecia ha revelado que la pérdida de sueño afecta a la hora de percibir la felicidad en los rostros de otras personas. Los resultados que han sido publicados en la revista científica 'Nature and Science of Sleep', han sido extraídos tras un largo proceso de observación y análisis basado en el seguimiento ocular, a hombres y mujeres jóvenes mediante una tecnología de sensores capaz de detectar, en tiempo real, lo que la persona está mirando.

Los investigadores analizaron la actitud de 45 hombres y mujeres jóvenes tras pasar una noche sin dormir absolutamente nada, y otra noche con la posibilidad de dormir ocho horas. En ambos casos a continuación se medían sus movimientos oculares y el resultado fue «el Hallazgo de que los sujetos privados de sueño en nuestro experimento calificaron las caras enojadas como menos confiables y saludables y las caras neutrales y temerosas como menos atractivas, indica que la pérdida de sueño se asocia con impresiones sociales más negativas de los demás. Esto podría resultar en una menor motivación para interactuar socialmente«, explica uno de los autores del estudio, Christian Benedict, profesor asociado de neurociencia.

Por su parte, Lieve van Egmond, otra de las autoras y estudiante de doctorado de la Universidad de Uppsala añade que «cuando no dormían, los sujetos de nuestra investigación pasaban menos tiempo fijándose en las caras. Dado que las expresiones faciales son cruciales para comprender el estado emocional de los demás, pasar menos tiempo fijándose en ellas después de una pérdida aguda del sueño puede aumentar el riesgo de que interprete el estado emocional de los demás de manera inexacta».

Unas conclusiones interesantes pero que, de momento, no se pueden generalizar en toda la población «nuestros participantes eran adultos jóvenes. Por lo tanto, no sabemos si nuestros resultados son generalizables a otros grupos de edad. Además, no sabemos si se verían resultados similares entre las personas que sufren de pérdida crónica del sueño«, concluye Lieve van Egmond.

Lo ideal es que un adulto duerma entre 7 y 8 horas cada noche y que el sueño sea reparador. No dormir estas horas puede tener consecuencias muy serias para la salud tanto física como mental del individuo. Estas son algunas de ellas:

1Falta de concentración: Es mucho más difícil prestar atención, concentrarse o aprender algo.

2Debilitamiento del sistema inmunitario: Al no descansar correctamente el sistema inmunitario se debilita lo que hace que seamos más propensos a caer enfermos.

3Aumento de peso y ganas de comer: La falta de sueño está relacionada con un aumento de las ganas de comer en exceso y, principalmente, comida rápida y poco sana.

4Aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca: Hay muchos estudios que muestran cómo las personas que duermen menos horas son más propensas a tener problemas cardiacos.

5Más irritables: Dormir poco hace que las emociones estén más descontroladas y se esté más irritable ante actitudes diarias comunes.

6Aumenta el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer: La falta de sueño hace que aumenten las posibilidades de padecer algunos tipos de cáncer como son el de colon o el de mama.

7Más probabilidad de tener un accidente: Al dormir poco lo normal es estar más cansado y tener menos reflejos. Dormir menos de 6 horas diarias puede triplicar la posibilidad de tener un accidente de coche debido a los problemas de coordinación ocular.

8Más riesgo de sufrir diabetes: Las personas que duermen menos de 6 horas diarias tienen el doble de probabilidades de padecer diabetes, al margen de su edad o el ejercicio que practiquen.

9Menor deseo sexual: También afecta al sexo. Los especialistas en sueño aseguran que tanto los hombres como las mujeres que duermen poco tienen la líbido más baja.

10Aumento del riesgo de padecer Alzheimer: Esta relación entre la falta de sueño y el Alzheimer se conoce desde los años 90 y es un factor a tener muy en cuenta.

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