Avilés, capitanía marítima de primera

Era una noticia tan esperada por la ciudad que el viernes, 22 de enero, nada más terminar el consejo de ministros, el entonces ministro de Fomento y vicepresidente primero de España, Francisco Álvarez-Cascos, telefoneó a Agustín González, alcalde de Avilés, para informarle que al día siguiente la capitanía marítima de Avilés se convertiría en una de primera categoría, con competencias desde el cabo Peñas a la frontera de Galicia. Gijón, por su parte, se reservaría el otro lado. Era la cuarta provincia española con dos capitanías marítimas de primera, según explicó Adrián Ausín en su completa información sobre la medida.

Las capitanías marítimas eran una creación relativamente reciente. Databan de 1992, cuando la Ley de Puertos del Estado y Marina Mercante sacaba del ámbito militar las responsabilidades sobre navegación comercial. Dos años después, la fusión de los puertos de Avilés y Gijón en una única autoridad portuaria explicaba la existencia de una única capitanía marítima de primera categoría.

Sin embargo, cuando el gobierno del PP segregó ambos puertos en 1997, desde Avilés se comenzó a reclamar que la capitanía de la ciudad no fuese de segunda categoría, sino de primera, asumiendo gestiones que se debían hacer en Gijón.

Dos años después, la petición era atendida y se podía leer en el Boletín Oficial del Estado del sábado, 23 de enero. El entonces presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés, Manuel Martín Ledesma, aseguraba que la medida «culminaba el proceso de segregación portuaria». Ambos puertos podrían competir en igualdad de condiciones.

De la nueva capitanía iban a depender las inspección al ochenta por ciento de la flota pesquera asturiana, además de las gestiones que afectaban a los cinco astilleros que, en esos momentos, se encontraban operativos desde el Cabo Peñas hasta el Eo.