«Las mujeres asesinan mucho menos»

Los asesinatos por envenenamiento no son habituales. «En realidad, son un fenómeno extraño», aduce. «El triple homicidio por setas de Erin Patterson es una excepción violenta. La mayoría de los crímenes violentos en el ámbito familiar ocurre por medios directos, disparo o cuchillo».

El veneno no es patrimonio exclusivamente femenino. «En principio, es usado por igual por hombres y mujeres», apunta. «La cuestión es que la mayoría de los homicidios en general y, los parricidios, en particular, están perpetrados por varones. La mujeres asesinan mucho menos y, cuando matan, recurren al veneno como modus operandi frente a otras formas más violentas y agresivas de matar».

La violencia en el seno del hogar no se ha transformado. «No creo que significativamente», advierte. «Aunque, estadísticamente, el varón es la víctima más frecuente de los homicidios, sabemos que, en el caso de Europa, la tasa de mujeres asesinadas por familiares en el ámbito doméstico es casi el doble que la de hombres. Esta situación se mantiene inalterable en el tiempo».