«Optimismo es la palabra para Asturias y para todo el país»

-¿Qué le dice la palabra Asturias?

-Es mi tierra, mi villa, tengo parte de mi familia y amigos. Soy asturiano hasta los tuétanos.

-¿Cómo la ve?

-No la veo pobre intelectualmente. Ya desde el Surdimiento primero, la lengua asturleonesa ha recuperado mucho terreno y yo creo que la Academia de la Llingua Asturiana está haciendo un muy buen papel y muy sensato. El Ridea trabaja muy bien, y mi Universidad de Oviedo es una buena universidad. En eso no soy pesimista.

-¿Qué opina de la oficialidad del asturiano?

-Eso es algo que deben resolver los asturianos.

-Usted es asturiano.

-Pero yo no tengo voto en estos momentos. Creo que desde la Constitución se avanzó mucho con lenguas como el gallego, el euskera y el catalán, y al tiempo con otras lenguas que no han adquirido el reconocimiento de lengua oficial, pero que se han cultivado enormemente. Ha mejorado muchísimo.

-¿Lo ve factible?

-Voy a ser muy honrado: no sé cómo están las cosas, no sé cuál es la posición de los asturianos al respecto.

-¿Usted lo habla?

-Yo hablo el bable central que corresponde a mi pueblo, a Villaviciosa. En mi casa hablábamos como se hablaba.

-¿En lo económico cómo ve la región?

-No tengo datos suficientes. Yo creo que en Asturias se han perdido las minas, la siderurgia en parte, también la ganadería. Pero no me atrevo a hablar.

-¿Pero es optimista mirando hacia el futuro?

-Por supuesto. Optimismo es la palabra para Asturias y todo el país.