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«Si quieren dejar al maltratador, no se lo digan a él y menos en confinamiento»

Víctimas de violencia de género y expertas temen un repunte de agresiones en un estado de alarma que, al menos, garantiza mejor el alejamiento

Doménico Chiappe

Sábado, 21 de marzo 2020, 01:54

Una mujer en Sevilla fue agredida con un puñal a las tres de la madrugada del jueves. Su pareja, a la que ella había dicho que le iba a abandonar, le cortó el cuello. Su vida pende de un hilo en el hospital de la ciudad. Ella no aparecía en el sistema VioGén. «Acabo de leerlo», comenta Ana Bella, directora de la fundación de apoyo a las víctimas de violencia de género que lleva su nombre. «Estamos diciendo a todas las mujeres que, por favor, si quieren dejar al maltratador, no se lo digan a él, y menos en esta situación de confinamiento. Siguen activos los 016, 112, la policía, los juzgados, las casas de acogida. Y se puede pedir ayuda. Este estado de alarma debe ser una señal para que ese miedo, valor y fuerzas que usan para seguir confinadas con ellos lo empleen en romper el silencio».

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Sin embargo, el aislamiento no cambia el fondo de la situación. «Cuando estamos siendo maltratadas, la mayoría de las mujeres ya vivimos confinadas con el maltratador», explica Ana Bella. «Hay mujeres a las que encierran o que tienen la mente por cárcel».

Todavía no hay cifras exactas que demuestren con base estadística que el aislamiento aumente la frecuencia de las violencias de género junto a la indefensión de las víctimas. «En los Juzgados de Violencia sobre la Mujer en Madrid, Sevilla y Valencia de momento no se ha notado un aumento de la actividad», asegura una fuente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que ha sondeado la actividad reciente en estas instancias. «En los tres casos coinciden en que están teniendo guardias tranquilas».

«Lo que sí se ha notado en estos primeros días es un descenso de un tercio de las incidencias en el Centro Cometa, que es el que hace el seguimiento de los dispositivos electrónicos», prosigue. «Esto significa que hay un tercio menos de quebrantamientos de medidas de alejamiento como consecuencia del confinamiento», añade.

A falta de una actualización de lo que sucede en el 016, organizaciones de apoyo a la mujer maltratada han notado, no un incremento de llamadas, pero sí una mayor intensidad de las violencias. «Esta situación obviamente aumenta muchísimo el riesgo de las mujeres que tienen un maltratador detrás, tanto si están en casa como si no están conviviendo con él», afirma Carmen Benito, sobreviviente de violencia de género y directora de la Asociación de Mujeres Unidas contra el Maltrato. «Cuando están mucho más tiempo juntos se multiplica la violencia».

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Control psicológico

Las medidas extra para intentar frenar las agresiones machistas han comenzado a implementarse. Dentro del 'Plan de contingencia contra la violencia de género ante la crisis del COVID-19', los ministerios de Igualdad e Interior pondrán próximamente en funcionamiento un sistema de geolocalización para que la mujer que envíe un mensaje de alerta por mensajería instantánea pueda ser rastreada por las fuerzas de seguridad. «Nos han llamado varios casos y no he vuelto a saber de ellas, ni puedo ponerme en contacto con ellas por tener al maltratador en casa», lamenta Benito. «Vivir confinada agrava el control psicológico, se hace más intensa la violencia y no podemos ver a las víctimas, aunque hablemos por teléfono o por las redes sociales».

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