Djuka: «El gol va a volver; no me he olvidado de marcar»

-¿Qué le ha pedido a 2024?

-Lo primero, salud para toda mi familia, para los compañeros y para todo el mundo. Eso es lo más importante. ¿Después? Que el equipo siga igual que en la primera vuelta y si podemos mejorar, perfecto. Siempre se puede. Tenemos que mantenernos arriba y luchar al final por algo bonito. Lo merecemos. Hicimos una buena primera vuelta. Este año creo que hay más igualdad que otros y me parece que hay más clubes que van a estar arriba.

-¿Y para usted no pide nada?

-Los delanteros vivimos de los goles. Sé que no hice un buen año personal, pero lo importante es que el equipo sí lo hizo y estamos arriba. Voy a aportar como siempre, dando el cien por cien, ya sea entrenando o jugando. Eso nunca va a faltar. Pero si puedo ayudar con más goles, mucho mejor. No estoy obsesionado con marcar. Ahora estoy más tranquilo por la situación del equipo.

-¿Es justo que se determine si un partido suyo es bueno, malo o regular en función de si marca o no?

-No me condiciona. Sé cuándo hago un mal partido y cuándo no. Siempre hablo con el cuerpo técnico después de la competición y, además, veo muchos vídeos individuales que me pasan. Hubo partidos en los que no marqué, pero disfruté mucho y, además, era consciente de que tanto el equipo como yo habíamos hecho un buen partido. Cuando un delantero no mete gol, hay gente que lo ve de una forma, pero hay muchas más cosas.

-Lleva desde hace años esa leyenda de «sé paciente» tatuada en la piel, pero, sin embargo, es tremendamente ansioso en el campo. ¿Va madurando?

-Seguro. El día 2 de marzo cumplo 30 años (sonríe) y vine aquí con 23. Es normal. Tengo mucha más experiencia, estoy más tranquilo.

-¿Dónde pasó las vacaciones de Navidad?

-Estuve en Madrid con mi mujer y con Tadej, mi hijo. Andrea, su hermana, estuvo con mis padres en Serbia. Vuelve esta semana. La echamos de menos. Nunca había estado tanto tiempo fuera de casa y lleva ya tres semanas. Empezó ahora a practicar gimnasia. Le gusta mucho el deporte.

-¿En las vacaciones 'cortó' con el fútbol?

-Sí. Estuve siete días sin pensar en el fútbol.

-¿Nada?

-Nada. No pensé en nada relacionado con el fútbol. Eso viene bien al jugador, que vive para entrenar y jugar. Esos siete días desconectando de todo me vinieron muy bien.

-¿Fue una recomendación?

-Sí. También el míster nos dijo que había que aprovechar esos siete días para desconectar y descansar. Volver con las pilas cargadas y hacer una segunda vuelta mejor que la primera.

-¿Y con qué mentalidad volvió?

-Con muchas ganas. Esto ya empieza y estoy con muchas ganas. Ojalá empecemos con victoria en El Molinón este domingo contra el Huesca. Esto ya no se detiene hasta junio.

-Dio a entender el otro día que había empezado a trabajar con un psicólogo...

-Estoy trabajando con Imanol Ibarrondo (el 'coach'), que me está ayudando muchísimo. Colabora habitualmente con el club y me encuentro muy bien con él. Ha estado aquí estos días y aprovechamos para hablar bastante. Creo que voy a aprovechar mucho este trabajo en el futuro. Es una persona que puede ayudar mucho a la gente.

-¿Cada cuánto hablan?

-Ahora, después de su visita, dentro de un mes igual hablamos otra vez. No tenemos nada fijo.

-¿Cómo le ha recomendado enfocar esta situación?

-Me dice que no hay que sufrir tanto. Sabe que lo paso mal cuando no meto goles, pero también que los delanteros solemos obsesionarnos con esto. Tengo que mejorar en ello y disfrutar más de los entrenamientos, de los partidos y de otras cosas. El gol va a volver. No me he olvidado de marcar. Tengo que cuidar otras cosas. Estas charlas con él me ayudan mucho.

-¿Y de verdad no le obsesiona?

-Si el equipo está así, con los goles repartidos, prefiero esto a tener un solo futbolista del que dependan los goles. Todo se está repartiendo entre los compañeros y creo que es más difícil de defender para los rivales.

-¿Han trabajado también con su temperamento en competición y sus reacciones?

-Eso también se entrena, claro, autocontrol. Yo soy así, muy diferente en el campo de lo que ve ahora. Soy impulsivo.

-¿Le dolió mucho la expulsión contra el Levante?

-Sí. Pero no creo que fuera para roja la segunda amarilla. Los árbitros son así y si lo ven, nada que decir. Tengo que protestar menos y no llevar amarillas por hacerlo. Para eso es muy importante el autocontrol. Tengo que trabajar sobre ello.

-¿Siente que le tienen cogida la matrícula los árbitros?

-Puede ser. Seguro que ellos también ven los partidos y los analizan, mirando mucho cómo juegan los delanteros y centrales.

-¿Y los rivales?

-Creo que también juegan con eso. Saben cómo soy. Tengo que estar más tranquilo y más presente en competición. Un fallo mío no me puede sacar del partido. Tengo que estar enchufado los noventa minutos. Eso será mejor para mí y peor para el rival.

-¿Le provocan mucho?

-Claro. Pero hay que aguantar. Muchas veces con las faltas, que no te pitan... Y hay muchas cosas que no se ven, pero tengo que aguantar y estar tranquilo. Si pierdo la concentración, eso me sacará del partido. Cuando estás centrado en el presente, pueden pasar muchas cosas.

-¿Le han recomendado contar hasta tres?

-Hay muchas cosas que puedo entrenar, pero lo más importante es estar siempre en el presente y no pensar en el pasado. Si sucede algo así, cambiar el chip y seguir con el partido.

-¿Siempre ha tenido ese temperamento?

-En el campo, siempre.

-¿Se reconoce cuando ve sus partidos?

-Es difícil. Veo cosas concretas y ahora el cuerpo técnico trabaja con nosotros, con los vídeos individuales, de los partidos... Nos están ayudando mucho.

-Nunca ha querido decir la cifra de goles en la que piensa. ¿Ni para esta segunda vuelta?

-No, no. Igual que desde que llegué. Voy día a día y no me voy a meter una cifra en la cabeza. Creo que es mucho mejor así. Ojalá que el equipo siga así hasta el final y que no haya muchas lesiones. Eso es lo importante.

-En marzo cumple 30 años y esta es su sexta temporada. ¿Se ve mucho más tiempo jugando en el Sporting?

-Sí. Estoy contento aquí. No pienso en cambiar de equipo. Estoy muy a gusto y ojalá pueda cumplir mi sueño de subir a Primera este año porque llevo ya seis aquí intentándolo. Este año tenemos una buena oportunidad y vamos a competir hasta el final. Estoy seguro. Tengo contrato hasta 2027 y estoy muy feliz.

-Es época de intereses y ofertas. ¿Ha tenido alguna propuesta para salir este mes?

-No, ninguna.

-¿Y si llegase?

-Lo tengo claro. Mi cabeza está cien por cien aquí. Sé que el mercado está abierto, pero no estoy pensando en otra cosa que no sea el Sporting.

-¿Da la puerta por cerrada a este mercado?

-Por mí, sí. Tampoco he tenido ofertas, pero no he estado pensando ni hablando con el club de esto. Por mí, está cerrado este mercado. No pienso en salir.

-¿Cuál fue el momento en el que estuvo más cerca de salir?

-Diría que la temporada 2021-2022, cuando tuve la oferta del Rayo Vallecano. Ahí fue cuando estuve más cerca de salir, pero al final no se dio y no hubo más problema. Estaba y estoy muy feliz en Gijón.

-¿Qué pálpito tiene para este domingo contra el Huesca?

-Es un equipo que va a competir seguro, que lo hace en cada partido. Nos espera un partido muy duro, un rival que va a proponer. Pero estamos en una mejor situación en la tabla y tenemos que ir a ganar. Seguro que va a ser un partido muy duro y costará. Es también el primer encuentro después de las vacaciones y ya vimos en la Copa que costó un poco a todos los equipos. Tenemos que estar al cien por cien.

-¿Contaba con ir tercero en la tabla en el mes de enero?

-Con los fichajes que se hicieron sí que pensaba que íbamos a estar arriba. Quizá tener tantos puntos, no, pero que íbamos a competir contra cualquier equipo, seguro. Tenía mucha confianza en el equipo y en el cuerpo técnico, que ya lleva tiempo con nosotros. Después de la pretemporada en México, no tenía muchas dudas.

-¿Tiene la sensación de que este será el año del ascenso?

-Como todos los años, siempre hay ambición. Pero nos quedan veintiún partidos, eso es muchísimo. Y no hay mucha diferencia entre, por ejemplo, el Zaragoza y nosotros. Hasta el final va a ser así, con muchos equipos peleando por el 'play off' y por subir directos. Debemos competir y hacernos muy fuertes en El Molinón, como en la primera vuelta.

-¿Cómo lleva seis años después estar siempre en el centro de la crítica?

-Sé que la mayoría de la gente me quiere. Estoy contento aquí. Siempre voy a luchar por este escudo. Hubo años de muchos goles, otros de menos, pero siempre actué igual. No tengo redes sociales, no leo mucho... Los aficionados ven en el campo que siempre juego con el corazón y doy el cien por cien. Eso nunca va a faltar. Siempre habrá debate, gente a la que le guste y otra a la que no. Lo más importante es que el equipo esté como está y que los aficionados nos apoyen, que eso nos da un plus. Lo que nunca va a faltar por mi parte es que me deje la piel en el campo. Lo más importante para mí es que pueda mirarme en el espejo después de un partido y saber que lo he dejado todo.

-Tampoco le puede gustar a todo el mundo, ¿no?

-Es imposible que me quieran todos. La vida es así. No te puedes llevar bien con todo el mundo. Todos somos diferentes. Hay que ver estas cosas con buenos ojos, que no afecte. Esto no puede quitarte mucha energía.

-En la celebración de su gol contra el Eldense, en redes sociales se le acusó de hacer un gesto contra una parte de la grada.

-No. No era un gesto para la grada. Lo saben para los que iba. No voy a hablar más de eso porque no tiene importancia.

-El club está cerrando el fichaje de Mario González, competencia directa para usted. ¿Le preocupa?

-No, cero, como siempre. En estos seis años han venido muchos delanteros y siempre digo que son bienvenidos. Cuando alguien viene a sumar, a ayudar al equipo, bienvenido, ya sea un delantero, un mediocentro, un central o un portero.

-Hasta el momento, usted siempre ha terminado jugando.

-Sí, pero siempre hay que competir y existe una competencia muy sana en el equipo. Por eso estamos donde estamos.

-¿Conoce a Mario González?

-Estuvo en el Tenerife y creo que se enfrentó a nosotros. Luego sé que se fue y metió muchos goles en Bélgica, antes en Portugal... Lo conozco de su etapa en el Tenerife. Si llega, creo que es un futbolista que conoce la categoría. Seguro que nos ayuda.

-¿Cómo ve su futuro en la Selección de Montenegro?

-No estoy pensando en ello, no lo sé. Creo que van a cambiar el seleccionador y no sé qué va a pasar.

-¿Qué tal le va a su hijo Tadej?

-Bien (sonríe). Está entrenando, jugando partidos los fines de semana. Está encantado, loco por el fútbol y yo, muy contento. Nunca le he condicionado. Nunca le he dicho que juegue al fútbol, al baloncesto o a lo que sea. Antes de cada entrenamiento, siempre le pregunto: «¿Quieres ir?». Mi padre jamás me obligó a jugar ni a ir a entrenar. Siempre le pregunto por si algún día no quisiera, pero él siempre dice que sí.

-¿Le pregunta muchas cosas?

-Sí. Me pregunta cuándo es el partido, cuándo va a El Molinón... Le gusta mucho el fútbol. Quiere ser delantero centro (risas).

-¿Y llevar el '23'?

-Sí, le gusta, le gusta.