El Sporting de Gijón, de vuelta a Mareo con trabajo en los despachos

La fecha no es un dato menor. El Sporting afronta una gran remodelación de su plantilla y el club acostumbra a estirar hasta el final el periodo para incorporar jugadores. Hasta ahora, ha habido un movimiento notable en las oficinas de Mareo. La entidad rojiblanca regresa al trabajo con jugadores ya atados, aunque algunos no son nuevos.

Las incorporaciones más destacadas son las de dos futbolistas a los que ya se conoce bien en Gijón. El primero es Jonathan Dubasin. El atacante hispano-belga fue el futbolista más destacado de la pasada campaña, en la que, cedido por el Basilea, se destapó con unos números realmente notables: ocho goles y nueve asistencias. El Sporting tenía la oportunidad de hacerse con su propiedad y dio el paso adelante, anunciado por José Riestra, máximo responsable en el área de Gestión Deportiva del Grupo Orlegi, tras la destitución de Rubén Albés como entrenador y la incorporación de Asier Garitano. El coste, 1,6 millones de euros.

La segunda cara conocida es la César Gelabert. El centrocampista jugó la pasada campaña en Gijón cedido por el Toulouse. El palentino hizo una buena temporada, pero fue en el tramo final, jugando más liberado en defensa, cuando explotó. Su aportación en goles e influencia en el equipo fue muy notable. El Sporting tenía una opción de compra por dos millones de euros y, aunque se trató de negociar para rebajar el precio, el club francés no cedió, sabedor del interés que el futbolista había despertado en otros muchos equipos. Con la amenaza del final del periodo preferente de compra encima, el conjunto rojiblanco decidió aceptar las condiciones del Toulouse para hacerse con el futbolista.

Hay una cara conocida más que estará la próxima campaña en El Molinón: Jordy Caicedo. El delantero ecuatoriano pasará un año más cedido en Gijón, una operación adelantada por EL COMERCIO y que implica a otro club del Grupo Orlegi, Atlas. El atacante no hizo su mejor fútbol en la pasada campaña, lo que ha generado ciertas dudas entre diversos sectores de la afición.

A quien no se conoce en Gijón es a Álex Corredera, un centrocampista formado en La Masía al que sí ha dirigido Asier Garitano en su etapa en Tenerife. El gerundense, que llega procedente del Khimki ruso, es un medio de corte creativo, pero que tiene además capacidad para implicarse en defensa. Su contrato se extiende hasta 2028.

La línea de atrás es una de las que más preocupan. La pasada campaña el equipo sufrió en defensa, a lo que se suma la marcha de Róber Pier y Nikola Maras. La primera incorporación para el centro de la zaga es la del francés Lucas Perrin, un defensa de 26 años alto y contundente que acumula casi cien partidos en la Primera francesa y que procede del Hamburgo. El francés firma hasta 2027, aunque su vinculación puede prolongarse un año más. A la cita de esta mañana está llamado también Yann Kembo, quien renovó su contrato.

Y, al margen de los futbolistas, el Sporting, según desveló EL COMERCIO, ultima los detalles de la incorporación de Carlos Rivera. Fue uno de los preparadores físicos de la Selección Española hasta febrero y ha trabajado el último medio año para el Al-Arabi de Catar, formando parte del 'staff' de Pablo Amo. Ahora se convertirá, si nada se tuerce, en el nuevo director de Ciencias Aplicadas al Deportes,

El trabajo sobre el verde comenzará una vez finalizadas las pruebas médicas. Con la planificación de la pretemporada ya definida, el técnico rojiblanco quieren empezar a verlos trabajar juntos y a moldear lo que serán los cimientos del nuevo Sporting. Y lo hará en las sesiones de trabajo en Mareo y en los partidos amistosos. En la lista, siete citas. Los compromisos veraniegos comenzará el día 23 ante el Marino en Miramar. Después, el 26, será el turno del Racing en Grado. Y, en la última cita de julio, el 30, los rojiblancos se medirán al Avilés en el Suárez Puerta. Ya en agosto, el día 3 tocará la Ponferradina, el 6, la Cultural en Mareo, y el 9, en una doble cita en Ribadeo, el Arenteiro y el Racing de Ferrol.

Mientras, en los despachos, se trabaja para completar una plantilla a la que aún le faltan varios efectivos. Asier Garitano ya expresó que su práctica habitual es trabajar con 21 jugadores de campo y tres porteros, una meta que, a día de hoy, está lejos de lograrse.