Las grandes empresas alertan de que una nueva subida de la energía producirá cierres

Si no quieres taza, taza y media. Las grandes empresas industriales que desde hace varios meses luchan por lograr una tarifa eléctrica competitiva para desarrollar su trabajo en España acaban de recibir un nuevo mazazo. Con las negociaciones empantanadas, el Gobierno aprobó la creación de siete nuevos impuestos y tasas para la energía eléctrica, que harán subir su precio energético. Las empresas grandes consumidoras de energía salieron rápidamente al paso: «El incremento supondrá el cierre definitivo de muchas de las instalaciones de la industria básica», dijo la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (Aege), a través de un comunicado de prensa.

El coste de la energía amenaza desde hace tiempo con hacer inviable la permanencia en Asturias de varias grandes empresas multinacionales como Alcoa, Asturiana de Zinc o Arcelor. La primera, con plantas en Avilés, Lugo y A Coruña ya anunció que se plantea el cierre de sus factorías si en enero de 2013 no logra acordar con las eléctricas contratos de suministro que les permitan seguir produciendo aluminio primario a precios competitivos y en línea con los que tiene la industria del aluminio en el resto de Europa. Asturiana de Zinc se encuentra en una situación similar y Arcelor también anunció que su producción se resentirá de forma considerable si no logra un acuerdo energético.

El Gobierno aprobó el pasado viernes la creación de siete nuevos impuestos y tasas relacionadas con la energía y lo justificó en la necesidad de proteger el medio ambiente, hacer un uso más eficiente de la energía y de que el sector eléctrico cargue con los costes medioambientales derivados de la producción de electricidad.

«Un importante sobrecoste»

La asociación de empresas con gran consumo de energía, que agrupa a compañías que consumen el 12% de la demanda eléctrica del país, mostró su «gran preocupación» por las consecuencias del proyecto de ley aprobado por el Consejo de Ministros. Aege teme que la nueva reforma energética provoque una subida en el precio de la electricidad y que dañe su competitividad y exportaciones. Las medidas aprobadas podrían provocar un «importante sobrecoste» que será repercutido directamente sobre el consumidor industrial, lo que conduciría a la «definitiva pérdida de competitividad de la gran industria». Aege señaló, además, que la industria ya se encuentra muy castigada desde que en 2008 se liberalizase el sector energético y se inició una escalada de precios superior al 60%.

La asociación puso un ejemplo concluyente sobre sus pesimistas previsiones: «entre entre el 14 y el 17 de septiembre -dijo- el mercado de futuros ha experimentado bruscas subidas que no se han producido en otros mercados europeos, lo que anticipa el traslado íntegro de las tasas al consumidor español». Junto a esto, considera que la industria representada por los grandes consumidores es «básica» para el «presente y futuro» de España, cuya actividad se está manteniendo gracias a las exportaciones realizadas por estas empresas. «Un nuevo incremento en el precio de la energía eléctrica supondrá el cierre definitivo de muchas de las instalaciones de la industria básica y de sus suministradores directos, y la pérdida de competitividad del resto frente a los productores de otros países como Francia, Alemania, Noruega, Canadá, EE UU, Sudáfrica o China», señaló la asociación de empresas con gran consumo de energía.

Aege advirtió también al Gobierno de que cada país debe diseñar su política industrial y de que la actual crisis ha demostrado que los países con una industria fuerte han resistido mejor la crisis. Por este motivo, la asociación reclamó al Ejecutivo una política industrial de Estado a largo plazo «que detenga el proceso de desindustrialización que viene sufriendo el país y que garantice que las nuevas medidas sobre el sector eléctrico no acaben penalizando a la gran industria».

Acción conjunta

El comité de empresa de Asturiana de Zinc (Azsa) anunció que convocará a sus homólogos en Alcoa y ArcelorMittal para estudiar acciones conjuntas para reclamar al gobierno central una tarifa eléctrica que asegure la competitividad de las compañías. La decisión se planteó en la reunión del comité de empresa a iniciativa del mayoritario Sindicato Independiente de Trabajadores de Asturiana de Zinc (SITAZ). «Estamos preocupados por la falta de una solución del gobierno a la tarifa eléctrica y como esta situación afecta a la posible continuidad de la empresa», declaró Roberto Suárez, presidente del comité de empresa. La sugerencia fue aceptada por unanimidad, por el resto de los sindicatos: CC OO, UGT y USO.